“Este taller es evidencia de la enriquecedora labor que el SELA desempeña en la construcción de políticas que contribuyen a la integración de la región. El gobierno colombiano reconoce en este organismo un aliado estratégico para impulsar las transformaciones sociales que requiere la humanidad para enfrentar las múltiples crisis globales que amenazan nuestra supervivencia, como la lucha contra el cambio climático y la tempestad de la naturaleza”, destacó este martes la Directora de Asuntos Económicos, Sociales y Ambientales de la Cancillería de Colombia, Constanza Bejarano, durante la apertura del IV Taller sobre instrumentos de política pública basados en la economía del comportamiento, organizado por el Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA) junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La representante de la Cancillería recordó que este año Colombia fue elegido segundo vicepresidente del Consejo Latinoamericano del Organismo, desde donde esperan seguir apoyando la labor del SELA como “un espacio de encuentro para nuevas iniciativas que guíen a la región por la senda del desarrollo sostenible, justo y equitativo para todas y todos”.

“El SELA puede contar con nuestra experiencia de seguir construyendo nuevas propuestas encaminadas a seguir su misión, como este taller”, agregó.

Con respecto al Taller sobre instrumentos de política pública basados en la economía del comportamiento, subrayó que “toda economía se basa en la toma de decisiones, un proceso complejo que se ve influenciado por diferentes factores y variables. Comprenderlas de forma clara permite tener un mejor panorama para tener políticas públicas más eficaces y que respondan efectivamente a las necesidades de la sociedad”.

Por su parte, el Secretario Permanente del SELA, Embajador Clarems Endara, resaltó que “es fundamental comprender cómo se comportan las personas para poder crear intervenciones de políticas públicas que sean efectivas, eficientes, justas y equitativas”. Aseguró que “al incorporar las ideas del comportamiento, los responsables del diseño de políticas públicas pueden simplificar la comunicación de las políticas y hacerlas más accesibles al público, aumentando así la transparencia y la confianza, y por ende, la eficacia de su implementación”.

«Desde el SELA, expresamos nuestro deseo de que América Latina avance hacia una región que sea más equitativa y capaz de enfrentar desafíos, con acceso extendido a oportunidades que promuevan un bienestar compartido para todos», enfatizó el Secretario Permanente.

La primera jornada del taller fue propicia para compartir fundamentos conceptuales de esta economía y su aplicación en las políticas públicas; así como casos de éxito llevadas a cabo en la región, de la mano de expertos en el área como Julia Seither Afonso, Profesora Principal de Economía de la Universidad del Rosario y Directora del Rosario Experimental and Behavioral Economics Lab (REBEL); Carlos Scartascini, Líder del Grupo de Economía del Comportamiento del BID; Andrea López, Profesora Asistente del Departamento de Economía en la Universidad del Rosario; Mario F. Sanginés, Especialista Principal de la División de Gestión Fiscal del BID; y José Manuel Castro, Director del Centro de Estudios Fiscales de la Universidad Externado.

La segunda jornada de la actividad fue llevada a cabo por Indhira Ramírez y Karina Márquez, Economistas miembros del Grupo de Economía del Comportamiento del BID; junto a Lina Díaz, Economista especializada en temas del comportamiento; quienes se encargaron de introducir la implementación de políticas públicas sustentadas en la economía del comportamiento, con el fin de que los asistentes presentaran sus propuestas de estrategias elaboradas por los grupos de trabajo, para atender una problemática local, bajo un enfoque conductual.

El “IV Taller sobre instrumentos de política pública basados en la economía del comportamiento” concluyó este miércoles 24 de abril en la ciudad de Bogotá, Colombia, con el propósito de capacitar a funcionarios públicos colombianos sobre las bondades de la economía del comportamiento y sus herramientas, como vía para lograr mejores políticas públicas, mediante el intercambio de experiencias, el desarrollo de casos prácticos y el abordaje de problemáticas locales.