Migración en el Caribe: una oportunidad para impulsar el desarrollo
17 julio de 2021

Alrededor de 3,7 millones de venezolanos han abandonado sus hogares en los últimos años en medio de un complejo panorama político y económico, lo que ha generado el mayor número de refugiados y migrantes en la región durante la última década. Cerca de 2.7 millones venezolanos residen actualmente en América Latina y el Caribe.

Aunque la atención internacional se ha centrado en gran medida en los países fronterizos, las islas del Caribe están recibiendo un número significativo de migrantes y refugiados. Muchos llegan después de enfrentar rutas altamente peligrosas tanto por tierra como por mar. Esta dinámica migratoria aumenta el grado de vulnerabilidad a la explotación, la trata de personas y el abuso.

Dado que la salida sigue siendo alta, el Caribe tiene la oportunidad de beneficiarse significativamente de la integración de esta población de manera adecuada y regulada mediante la adopción de políticas en todos los niveles que promueven el acceso a servicios sociales, educación, mercados laborales e integración cultural.

“Los migrantes son miembros productivos de la sociedad, en general. Hay muchas historias de éxito de migrantes. Los migrantes contribuyen a la sociedad. Por lo tanto, intentaremos fortalecer la capacidad de las comunidades de acogida e integrar a los migrantes y apoyar al gobierno «, dijo Robert Natiello, Oficial de Coordinación Regional de la OIM para el Caribe.

Según la Superintendencia Nacional de Migraciones de Perú, el 90% de los migrantes venezolanos tienen estudios técnicos o profesionales, lo que contribuye positivamente a los sectores.

La integración de esta población puede aportar solidez económica, así como aumentar las contribuciones a los pagos de la seguridad social y otros servicios públicos al país anfitrión. Pueden reactivar las economías de varias maneras: aportando innovación, ideas e inversión, así como aportando nuevas y diversas habilidades y experiencia.

Socios y gobiernos anfitriones ya han emprendido varias iniciativas en el Caribe para mejorar la integración:

  1. Facilitar el acceso a los servicios médicos, incluidos los servicios especializados para apoyar los casos de violencia de género (VGG) y las víctimas de la trata, y brindar apoyo psicosocial y servicios de asesoramiento.
  2. Abogar por permisos de trabajo accesibles a los venezolanos para promover la autosuficiencia económica y reducir la explotación.
  3. Realizar consultas con las autoridades pertinentes sobre la inclusión de los venezolanos en los programas de medios de vida públicos existentes y permitir el acceso a los servicios públicos.
  4. Ofrecer espacios de aprendizaje a niños migrantes y refugiados de primaria y secundaria.
  5. Actividades de sensibilización sobre protección internacional de refugiados para trabajadores del sector público.

A medida que los eventos continúan desarrollándose, es clave recordar que los refugiados y los migrantes son titulares de derechos, y su integración económica y social representa un impulso potencial a nivel nacional y regional por igual. Si bien el cambio puede ser desalentador, la historia ha demostrado que las personas y los países pueden encontrar fuerza en la diversidad.