Expertos latinoamericanos coincidieron en que la pandemia de covid-19 debe abrir la posibilidad de repensar la educación. La reflexión se generó tras conocer los resultados de un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en cuatro países de la región.
El Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO), dio a conocer ayer los hallazgos de política educativa en Perú, Brasil, República Dominicana y Uruguay, los cuatro países latinoamericanos que reportaron una mejora de aprendizaje en el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 y los desafíos que impuso la pandemia.
Los expertos expusieron la preocupación por la pérdida en los avances, baja en aprendizajes y retroceso educacional, baja en gasto educativo por reasignación a otros sectores, entre otros efectos del coronavirus en la educación..
Ernesto Treviño, director del Centro UC para la Transformación Educativa (CENTRE UC), de la Universidad Católica de Chile, afirmó que uno de los desafíos más importantes de la post-pandemia es la recuperación del aprendizaje. Pero, al mismo tiempo, señaló que "la pandemia debería abrirnos la posibilidad para repensar la educación de una manera distinta: mucho más focalizada en la experiencia de los estudiantes y en la calidad de las experiencias que viven cotidianamente en las escuelas".
Mercedes Mateo, jefa de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), coincidió con Treviño y explicó que incluso en las últimas décadas se ha observado un retroceso en el aprendizaje, pero "lo que hemos visto durante la pandemia son pérdidas acumuladas de hasta dos años de aprendizaje". Lo ideal, afirmó, es mejorar la educación que se tenía antes del covid-19 y no mantenerla como estaba.
Axel Rivas, investigador experto en política educativa de la Universidad San Andrés, en Argentina, detalló que para mejorar la educación se deben tener en cuenta tres procesos. El primero tiene que ver con las condiciones macrosociales y económicas de los países, porque las condiciones de pobreza, y sobre todo de extrema pobreza, condicionan los resultados del aprendizaje.
El segundo es crear un sistema de mejora o un apoyo a las escuelas más vulnerables, y la tercera buscar condiciones de sostenibilidad. Es decir, construir una plátaforma sólida que incluso ante cambios de Gobierno "sea muy difícil desarmar los logros educativos", apuntó el experto.
Los cuatro países seleccionados por la UNESCO para exponer sus experiencias lograron mantener sus logros educativos en la ERCE 2019, en comparación con la evaluación realizada seis años atrás, en 2013, en particular Uruguay, destacó el director del CENTRE UC.
Treviño explicó que la mejora educativa depende del contexto nacional, referido a la estabilidad política y el crecimiento económico; y la implementación de políticas y programas, como asignación de recursos, acceso y calidad, y políticas enfocadas en docentes y estudiantes.