Lima, 30 de enero de 2015 (Xinhua).- La mayoría de países latinoamericanos no están preparados para enfrentar desastres como el terremoto de Japón ocurrido en 2011, afirmó la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr, en inglés).
Se han observado muchos avances en los preparativos para desastres tan extremos; sin embargo, la región carece aún de la capacidad suficiente para enfrentar este tipo de catástrofes, dijo en entrevista a Xinhua el jefe regional para las Américas de la Unisdr, Ricardo Mena.
Las declaraciones de Mena se dieron durante la visita del crucero japonés "Boat Peace", el cual arribó el pasado 27 de enero al puerto peruano de Callao para promover un mensaje de paz y solidaridad con los desastres y conflictos que ocurren en todo el mundo.
Mena manifestó su preocupación por las amenazas naturales que pueden ocurrir en América latina, ante lo cual enfatizó la importancia de que los países estén preparados para hacer frente a los desastres cotidianos que ocurren con relativa frecuencia.
Sostuvo que el terremoto de magnitud 9 y posterior tsunami, con olas de más de 40 metros de alto que asolaron Japón el 11 de marzo de 2011, dejaron 15.845 muertos, 3.380 desaparecidos y 3.380 heridos, una referencia que se debe tomar en cuenta para trabajar en la prevención.
"Tan importante como estar preparado para esos eventos de ocurrencia muy esporádica es la necesidad de estar gestionando el riesgo de manera efectiva, para los pequeños y medianos desastres que ocurren con frecuencia y sumados entre sí generan más daños que esos otros desastres muy intensos", subrayó.
Mena, quien participó en un conversatorio sobre la construcción de ciudades "resilientes" (con capacidad de sobreponerse a la adversidad), enfatizó la necesidad de dar prioridad a la organización social de las comunidades y mayor protagonismo de los gobiernos locales en la prevención de desastres.
"Las comunidades sólidas con capacidad de respuesta y una autoridad de gobernanza, donde la acción de lo físico esté debidamente respaldada por una buena valla de capacidades sociales contribuirán que las comunidades sean más 'resilientes'", indicó.
Según el funcionario de la ONU, el impacto de un desastre y la magnitud de las pérdidas también depende de cómo están construidas estas infraestructuras, pero lo más importante es la forma cómo están organizadas socialmente las comunidades para enfrentar estos retos.
"Es necesario que existan estas capacidades, estas fortalezas, de manera que puedan conducirse estos procesos de manera adecuada", sostuvo.
Mena puntualizó que su institución impulsa esta campaña, porque considera que se debe consolidar mejor en los gobiernos locales, ya que no se alcanzarán los resultados esperados si sólo se fortalecen los gobiernos nacionales.
"Generalmente el riesgo está localizado, es por eso importante que quienes administran estén dentro de la escala de los municipios porque dan trabajo y más prioridad a este tema", subrayó poco después de concluir su participación en el conversatorio a bordo del "Boat Peace".
Acompañaron a Mena el director de la embarcación, Yosuke Tanaka, la coordinadora de las Naciones Unidas en Perú, María Luisa Silva, y el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Paul Martín.
Desde 2014 el "Boat Peace", bajo los auspicios del Unisdr, lleva a cabo programas educativos sobre reducción del riesgo de desastres y para la promoción de la campaña "Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi Ciudad se está preparando", con acciones desarrolladas en Centroamérica y el Sur de Africa.
La embarcación realizó su 86 viaje alrededor del mundo, periplo que inició en noviembre del 2014 en Tokio, Japón, desde donde recorrió algunos países de Africa, América, Isla de Pascua y que concluirá en Tokio a mediados de marzo próximo.
Antes de llegar al puerto peruano de Callao, en Perú, estuvo en Valparaiso, Chile, donde subieron siete cooperantes internacionales de Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Uruguay, Honduras y Nicaragua.
Tras arribar al primer puerto peruano se unieron a la comitiva internacional dos cooperantes de este país andino, las cuales comulgan con los principios de fomentar la paz y la solidaridad internacional en todo el mundo.
La misión de esta embarcación japonesa, de bandera panameña, destaca su papel de mediación en los conflictos alrededor del planeta y su labor en la prevención de riesgo ante desastres naturales.
Durante su estadía en Callao, el bote fue escenario de un diálogo entre autoridades locales, representantes del "Boat Peace" y de la ONU que tienen como misión la entrega de ayuda humanitaria y ayuda para el desarrollo de niños y madres en países en desarrollo.
Un grupo de infantes entregó a Yosuke Tanaka el "Quipu" (nudo en quechua, herramienta conformada por cuerdas para llevar un conteo) elaborado por unos 500 niños de 13 países en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil el año pasado, durante un encuentro internacional juvenil.
El Quipu será entregado por Tanaka en la próxima reunión de Sendai, Japón, que tratará sobre la Reducción de Riesgos de Desastres que se llevará a cabo del 14 al 18 de marzo con la participación los delegados procedentes de todo el mundo.