El Gobierno de Bolivia confirmó que 35 personas han fallecido, 25 se encuentran desaparecidas, y más de 75.000 familias han sido afectadas producto de las lluvias que han tenido lugar en el país en las últimas jornadas.

El territorio más afectado durante la semana pasada fue Tarija, en donde se identificaron hasta el martes 16 personas desaparecidas, y la pérdida total de viviendas en las comunidades de Ñaurenda, Tomatirenda, Mokomokal, Timboy, y Filadelfia.

El presidente boliviano, Luis Arce, expresó que «no escatimaremos recursos ni esfuerzos para atender a las familias afectadas por la riada en Entre Ríos, Tarija (sur). Enviamos alimentos y vituallas (…), además de un nuevo contingente de equipos de búsqueda y rescate de las personas desaparecidas”

De igual manera el ejecutivo insistió en desplegar maquinarias de trabajo bajo la coordinación de la Administradora Boliviana de Carreteras para realizar las labores de limpieza y poder gestionar la movilidad de las personas y los vehículos en la zona afectada.

El 22 de febrero a consecuencia de las lluvias se constató un derrumbe de una escuela en Yungas, al norte de La Paz. Dicho desastre provocó la desaparición de un profesor bajo los escombros.

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes refirió que un tercio de los 340 municipios de Bolivia había sido afectado por diversos desastres producto de las lluvias en los dos últimos meses y que 51 de ellos se encontraron en situación de desastre.

“El sistema de emergencia nacional está en máxima alerta porque lo que se avecinan son inundaciones en tierras bajas del oriente, como consecuencia de las intensas lluvias en la región andina occidental”, Calvimontes.