Chile es el país de América Latina que presenta el menor riesgo financiero
25 de septiembre de 2023
Fuente:
www.larepublica.co
En lo que va de 2023, la banca de América Latina sigue enfrentándose a un entorno desafiante, con altas tasas de interés y con la calidad de los activos deteriorándose constantemente. Ante este escenario, la clasificadora S&P Global hizo un estudio para analizar el panorama bancario en la región en el que concluyó, entre otras cosas, que “la resiliencia de la industria afronta varias pruebas: tasas de incertidumbre y debilidad del sector inmobiliario”.
Entre los países de América Latina que fueron analizados por la clasificadora estuvieron: Chile, Perú, Colombia, México, Uruguay, Brasil, Paraguay, Argentina y Bolivia.
En el análisis por país, Chile resultó ser el mercado que muestra el menor nivel de riesgo en la industria, con un puntaje de tres sobre 10, aun cuando la firma reconoció que “la débil economía y las persistentes tasas de interés más altas continuarán presionando la rentabilidad”. Según S&P, es probable que en ese país la expansión “del crédito se modere en un contexto de lento crecimiento económico” al que se suma la incertidumbre en torno a las discusiones sobre varias reformas. La situación interna “mantendrá las inversiones restringidas”, dice el informe.
En este sentido, la clasificadora advirtió que los principales desafíos para la industria bancaria chilena continúan siendo “la inflación persistente, los costos de financiamiento altos y los límites para transferir esos costos a los precios".
Países de riesgo limitado
Brasil, Colombia, México y Perú, registra un riesgo más limitado, pero mayor a Chile, según el mismo informe. Los dos primeros se ubican en la escala de seis, mientras que los últimos dos obtuvieron calificación de cinco. Al igual que en Chile, la entidad espera que “el débil desempeño económico presionará la calidad de los activos en Brasil”, por lo que consideró “probable que el crecimiento del crédito se modere en 2023, ante una lenta recuperación económica”.
Para el mercado de Colombia determinó que “la creciente deuda en hogares y el debilitamiento del poder adquisitivo afectarán la calidad de los activos”, lo cual se verá impactado por la elevada inflación y las altas tasas de interés que desaceleran la economía cafetera.
En el caso de México, S&P argumentó que “la desaceleración de la economía limitará el crecimiento del crédito y presionará la calidad de los activos”.
Por último, aunque estimó que la banca en Perú tendrá “un desempeño satisfactorio”, advirtió que “la inestabilidad política y el descontento social podrían obstaculizar la recuperación económica” del mercado.
En general, de cara al cierre del año, la clasificadora espera que los bancos de América Latina “afronten un bajo crecimiento real del crédito, en medio de persistentes altas tasas de interés, lento crecimiento económico e incertidumbre política”. Bajo este contexto, “pronosticamos pérdidas crediticias que acumularían hasta US$136.000 millones durante 2023-2024 para los sistemas bancarios de América Latina, con la mayor parte da ellas en las economías más grandes de la región: Brasil (US$85.000 millones) y México (US$18.000 millones)”, las cuales serán impulsadas por una proporción relativamente menor de préstamos hipotecarios y una mayor proporción de préstamos minoristas no garantizados y préstamos para pequeñas y medianas empresas.
Los de mayor riesgo
Entre los más riesgosos, la clasificadora ubicó a Bolivia con 10 puntos, Argentina con nueve y Paraguay con ocho.
Respecto del primero, S&P consideró que las consecuencias de la pandemia y los créditos exigidos por el gobierno están aumentando el riesgo crediticio. En el caso de Argentina, detalló que los desafíos vienen de los eventos a nivel soberano y de la débil economía. “La rentabilidad seguirá limitada por una inflación muy alta y fuertemente influenciada por los resultados de las tenencias del banco central y los instrumentos del gobierno que deberían compensar el lento ritmo del origen de los créditos y el impacto de la inflación”, apuntó. Finalmente, para Paraguay ve que “el sistema bancario sigue estando muy expuesto a los sectores cíclicos y a la dolarización. Las regulaciones han ido mejorando, pero todavía se están alineando con los estándares internacionales”.
Los puntos claves de la posición que tuvo Colombia en el ranking de S&P
Juan Pablo González, VP de Riesgos en Finkargo, explica que en Colombia, a pesar de los desafíos en términos de seguridad y estabilidad política, se ha logrado mantener un crecimiento económico constante, "con un PIB que ha crecido a un ritmo promedio de 3%". Admite que el sector bancario colombiano se destaca por "su robustez, con un índice de solvencia que supera el estándar internacional de 8% y un saldo de cartera de créditos que supera los US$300.000 millones.