El año pasado, López Obrador incluso optó por boicotear la Cumbre de las Américas organizada por Biden en Los Ángeles, por la decisión de Washington de no invitar a Nicaragua, Venezuela ni Cuba.

Pero esta semana, los líderes norteamericanos encontraron puntos en común sobre la migración, la integración económica y la prohibición del fentanilo. López Obrador, conocido por ser recalcitrante, terminó sus reuniones con elogios para Biden, particularmente en temas relacionados con la migración a través de la frontera que separa a sus países.

“Usted es el primer presidente de Estados Unidos en mucho tiempo que no ha construido ni un metro de muro. Se lo agradecemos, señor”, dijo López Obrador, elogiando al final a Biden como “un hombre con convicción”. de la Cumbre de Líderes de América del Norte.

El deshielo se produce a raíz de un nuevo programa que Biden anunció antes de su viaje, que permitirá que hasta 30.000 migrantes de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití vivan y trabajen temporalmente en Estados Unidos, brindándoles la posibilidad de solicitar asilo desde el exterior del país, entre otras condiciones.

La cuota de migrantes se limitará a quienes tengan a un patrocinador estadounidense y aquellos que intenten entrar ilegalmente serán expulsados bajo la norma sanitaria conocida como “Título 42” y con la intervención de la policía, en coordinación con México.

López Obrador elogió el programa y alentó a Biden a trabajar con el Congreso en un camino hacia la ciudadanía para los mexicanos que han vivido y trabajado en los Estados Unidos durante años después de cruzar la frontera ilegalmente.

Migrantes, en el centro de la escena

El encuentro se produce cuando la migración a los EE. UU. está en su punto más alto. De acuerdo a cifras oficiales, más de dos millones de personas cruzaron la frontera sur de ese país en 2022, el 33% de las cuales son de origen mexicano.

Pese a las nuevas disposiciones de Biden, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) estimó este jueves que hay alrededor de 18 mil migrantes “a la deriva” en la frontera noreste de México por las “políticas migratorias inhumanas” de Estados Unidos y el gobierno mexicano.

“La aplicación de esta política ha causado una crisis humanitaria en ciudades del norte de México como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Piedras Negras, entre otras”, dice la organización.

Luego de la Cumbre de Líderes de América del Norte, se informó sobre la creación de un centro migratorio para acoger en el sureste de México a personas refugiadas del continente, según acordaron los mandatarios de los tres países.

“Los Gobiernos de Estados Unidos y Canadá colaborarán con el Gobierno de México y organismos internacionales para ofrecer servicios y asistencia para personas refugiadas en dicho espacio”, explicaron.

La Casa Blanca había informado que pactarían la creación de “un nuevo centro en el sur de México” para atender a migrantes.

Sin embargo, en la rueda de prensa posterior a la Cumbre, López Obrador negó que fueran a construir un centro migratorio, sino invertir en albergues.

Según el comunicado conjunto, los mandatarios se comprometieron a aumentar las “vías regulares como alternativa a la migración irregular en América” y “fortalecer los procesos de asilo”.

En sus comentarios al final de la cumbre, Biden describió los niveles de migración en el hemisferio como “sin precedentes” y señaló que se había detenido en El Paso, Texas, antes de la reunión, una ciudad fronteriza que es hogar y lugar de paso para un gran número de migrantes.

“No podemos aislarnos con un muro de los problemas compartidos”, dijo Biden, en alusión al proyecto de muro fronterizo propiciado por Trump.

Un debate histórico

El encuentro tuvo un comienzo irregular el lunes, cuando lo que se suponía que serían breves cortesías de apertura se convirtió en un debate polémico sobre la historia del apoyo de Estados Unidos a América Latina.

López Obrador le dijo a Biden que Estados Unidos había hecho poco para apoyar el desarrollo del continente desde la “Alianza para el Progreso” del presidente John F. Kennedy a principios de la década de 1960.

“Esto ha sido lo único importante, realmente, que se ha hecho en materia de cooperación para el desarrollo en nuestro continente en más de medio siglo”, dijo el mexicano.
“Este es el momento de que nos decidamos a acabar con este abandono, este desdén y este olvido de América Latina y el Caribe”, dijo.

El estadounidense discrepó, y señaló que Washington “gastó decenas de miles de millones de dólares en el hemisferio” durante los últimos 15 años. “Estados Unidos brinda más ayuda exterior que todos los demás países, casi combinados, en el mundo, no solo en el hemisferio, sino en todo el mundo”, dijo Biden a López Obrador.