Integración similar a Europa en Latinoamérica es deseable pero difícil, según expertos mexicanos

El logro de una integración similar a la de la Unión Europea (UE) en América Latina es un objetivo deseable para el crecimiento y desarrollo de la región, pero de difícil materialización, estimaron expertos mexicanos.

Jorge Molina, profesor e investigador especialista en Políticas Públicas y Comercio Internacional del Tecnológico de Monterrey, consideró en diálogo con Xinhua que tal nivel de integración es una aspiración que política y económicamente se ve muy bien porque ofrece muchas ventajas para el desarrollo.

Entre éstas destacó la movilidad laboral en los territorios de la unión que se establezca, la circulación de inversiones, el desarrollo de economías de escala, la oportunidad de hacer negocios en un mercado mayor, generar más ingresos y el respeto pactado al Estado de derecho.

Sin embargo, dijo, una integración como la de Europa en Latinoamérica no es actualmente viable por las condiciones de la región y las relaciones comerciales entre los países que la conforman.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó recientemente que toda América debía integrarse en una alianza como la UE porque el continente "es el de mayor potencial económico y comercial en el mundo".

Su planteamiento resaltó las necesidades de integración en el sur y centro del continente, en tanto al norte existe un tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, que hace a esa área una de las más competitivas del mundo.

"Debe buscarse la integración de toda América. Así como existe la Unión Europea debe de integrarse todo el continente, consolidar la integración en América del Norte, que estamos llevando a cabo a través del tratado con Estados Unidos y Canadá, pero también pensar en Centroamérica", dijo López Obrador.

La observación del mandatario mexicano se dio como respuesta a la iniciativa de su homólogo argentino, Alberto Fernández, de crear una alianza entre México, Argentina y Brasil para impulsar una política regional que buscase una mejor "calidad democrática" y una "justa distribución del ingreso".

López Obrador coincidió en que la alianza sugerida por Fernández podría ayudar a combatir las desigualdades y respaldó la propuesta, pero destacó que el continente, con énfasis en el Cono Sur y Centroamérica, debería integrarse de manera similar a la que lo hizo Europa.

La profesora e investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas de México, Erika Ruiz, subrayó que ese tipo de integración podría arrojar beneficios para Latinoamérica, aunque "los vaivenes políticos de la región y la falta de consensos impiden pensar en su logro".

"Lo más colectivo que existe en América Latina es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y es un organismo de coordinación y concertación, que ha tenido altibajos", afirmó la académica.

Ruiz resaltó que una integración plena como la de la UE no contempla sólo la economía, sino también lo político, pero la región latinoamericana es muy diversa y cuesta visualizar grandes acuerdos entre todos los líderes de la región.

Primero, Latinoamérica tendría que decidir hasta dónde quiere llegar en su integración, es decir, "si formará una unión aduanera, un mercado común o estará dispuesta a llegar hasta el punto de tener instituciones políticas supranacionales como Europa", explicó.

Lo último, en opinión de la experta, estaría dificultado por el hecho de que el mayor logro de Latinoamérica como región es la independencia y los países tienen una concepción muy fuerte de soberanía.

A pesar de ello, Ruiz contempló como un elemento positivo que puede animar a emprender una iniciativa similar a la UE el hecho de que no hubo un momento más crítico para el inicio del bloque europeo que los años inmediatos al fin de la Segunda Guerra Mundial, en los que urgía el fin de los conflictos entre Francia y Alemania.

La integración europea es un proceso aún no acabado y los consensos se construyen, refirió.

Para Molina, también en lo económico "no están las bases" para buscar una integración latinoamericana como la europea.

El comercio entre México, Brasil y Argentina, que podrían fungir como principales impulsores de la iniciativa, es escaso y no está guiado por un tratado de libre comercio.

"Hay que desarrollar mucho el comercio. Si va a haber algún tipo de integración, al menos económica, debe partir de bases de mercado libre", apuntó la experta, al tiempo que subrayó que para que un bloque comercial crezca se deben buscar beneficios para todos sus miembros.

"El Mercado Común del Sur y la Asociación Latinoamericana de Integración fueron ideas muy buenas en su momento, pero llegaron a estancarse por las políticas económicas de varios países. La integración implica acuerdos de ganar-ganar, beneficios recíprocos", recordó.