América Latina sufre aumento del precio del pan por conflicto en Ucrania

El conflicto en Ucrania puede resultar lejano para muchos latinoamericanos hasta que se disponen a hacer algo tan cotidiano como comprar pan. Es que el aumento en el precio de la harina de trigo y otros insumos provocados por la situación en el este de Europa ya repercute en el precio del pan, que en muchos países de América Latina alcanza valores históricos.

En Brasil, la Asociación Brasileña de Industrias de Galletas, Pastas y Panes y Pasteles Industrializados (Abimapi por sus siglas en portugués) explicó en un comunicado que el conflicto repercute directamente en el mercado internacional de trigo porque Rusia y Ucrania aportan, en promedio, el 30% de las exportaciones mundiales de trigo.

Los panaderos brasileños aclararon que el conflicto no solo afecta la oferta de trigo y por lo tanto su precio, sino que también provocó un desabastecimiento como consecuencia de "dificultades logísticas" como el cierre de puertos o problemas en el transporte del trigo.

Abimapi recordó que Brasil importa más de la mitad del trigo que consume y, aunque lo hace preferentemente de Argentina, EEUU o Canadá, el alza en el precio internacional generado por el conflicto en Ucrania "impacta directamente en los valores de producción para los fabricantes" nucleados en la organización. En ese sentido, la gremial recuerda el precio del trigo representa el 70% del precio de la harina, el 60% del precio del pan y el 30% del precio de las galletas.

El comunicado de los panaderos emitido el 16 de marzo advierte que los consumidores brasileños comenzarán a sentir el aumento de precios "en breve", cuando los comerciantes actualicen sus precios al tener que comprar harina nuevamente. Analistas consultados por medios brasileños pronosticaron que el kilo de pan francés pasará de un precio habitual que rondaba entre 9 y 12 reales (entre 1,79 y y 2,38 dólares) a entre 15 y 20 reales (entre 2,98 y 3,97 dólares).

En México, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes advirtió que, producto del conflicto en Ucrania y su impacto en el precio del trigo y la harina, el precio del pan tendría un incremento promedio de 3 pesos mexicanos. La barra de pan francés, una de las variedades más consumidas, pasó de entre 3 y 4 pesos mexicanos (entre 15 y 20 centavos de dólar estadounidense) a 7 pesos cada una (34 centavos).

Las panaderías de Perú van por el mismo camino y desde mediados de marzo advierten que la situación en Ucrania redundará en aumentos. Según reportó el diario La República, el pan francés, que solía venderse a razón de cinco panes por 1 sol (27 centavos de dólar), ahora se venden a razón de cuatro panes por 1 sol.

En Chile, en tanto, las organizaciones de panaderos ya prevén que el kilo de pan llegará a costar entre 2.200 y 2.500 pesos chilenos por kilo (entre 2,75 y 3,13 dólares).

En algunos países, los panaderos están más reticentes a subir el precio de sus productos por temor a perder clientes. Sin embargo, el aumento de los insumos producto del conflicto los lleva a tomar otra medida, quizás igual de impopular: reducir el tamaño de los panes.

Es el caso de Bolivia, donde la Federación de Panificadores Artesanales de La Paz adelantó que ya hay varios panaderos evaluando reducir el gramaje de sus panificados. Según dijo al diario Página Siete Dandy Mallea, secretario de la organización, panaderos de la capital boliviana prevén que sus panes pasen de los tradicionales 75 gramos de peso a 70 gramos para compensar el aumento de precio de la harina argentina, principal insumo de los panaderos bolivianos.

Argentina también busca evitar que la crisis se traslade al precio final, por lo que la Secretaría de Comercio de la Nación adelantó que pretende aumentar los subsidios a la industria para evitar la suba en el precio del pan que hacía que algunas panaderías argentinas ya vendieran el kilo de pan por encima de los 300 pesos argentinos (1,48 dólares en el mercado paralelo).

La intención del Gobierno, según medios locales, es que el kilo de pan no supere la franja de entre 180 a 220 pesos argentinos (entre 0,89 y 1,08 dólares en el mercado paralelo). Sin embargo, para la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines la medida del Gobierno equivale a "seguir sosteniendo un precio del kilo de pan que nos deja prácticamente al borde del quebranto".