La magnitud de las pérdidas educativas causadas por el COVID-19 es "casi insuperable", asegura UNICEF

25 de enero de 2022
Fuente: https://news.un.org/

Este lunes se celebró el Día Internacional de la Educación justo cuando va a cumplirse el segundo año de una pandemia que ha impactado gravemente a la educación de los niños y jóvenes debido al cierre de las escuelas decretados por las cuarentenas.

Más de 635 millones de estudiantes siguen afectados por el cierre total o parcial de las escuelas, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, que asegura que para detener esta situación no solo es necesario reabrir las escuelas, sino ir más allá y dar un apoyo educativo intenso a los estudiantes.

"En marzo se cumplirán dos años de trastornos relacionados con la COVID-19 en la educación mundial. Sencillamente, estamos ante una escala casi insuperable de pérdidas en la escolarización de los niños", dijo Robert Jenkins, jefe de Educación de UNICEF, con motivo del Día Internacional de la Educación, que se celebra cada 24 de enero.

"Aunque hay que poner fin a las interrupciones del aprendizaje, no basta con reabrir las escuelas. Los estudiantes necesitan un apoyo intensivo para recuperar la educación perdida. Las escuelas también deben ir más allá de los lugares de aprendizaje para reconstruir la salud mental y física, el desarrollo social y la nutrición de los niños", explicó.

Durante la pandemia, los niños han perdido las habilidades básicas de aritmética y alfabetización, destaca la agencia de la ONU.

En todo el mundo, la interrupción de la educación ha hecho que millones de niños hayan perdido de forma significativa el aprendizaje académico que habrían adquirido si hubieran estado en las aulas, siendo los niños más jóvenes y marginados los que han sufrido las mayores pérdidas.


La catástrofe educativa del coronavirus

Con motivo del Día Internacional, UNICEF recordó algunos datos sobre el impacto de la pandemia en la educación, extraídos de un estudio publicado el año pasado por esta agencia:

En los países de ingresos bajos y medios, las pérdidas de aprendizaje debidas al cierre de las escuelas han hecho que hasta el 70% de los niños de 10 años sean incapaces de leer o comprender un texto sencillo, frente al 53% anterior a la pandemia.

En Etiopía, se calcula que los niños de primaria han aprendido entre el 30% y el 40% de las matemáticas que habrían aprendido si hubiera sido un año escolar normal.

En Estados Unidos, se han observado pérdidas de aprendizaje en muchos estados, como Texas, California, Colorado, Tennessee, Carolina del Norte, Ohio, Virginia y Maryland. En Texas, por ejemplo, dos tercios de los niños de tercer grado se examinaron por debajo de su nivel en matemáticas en 2021, en comparación con la mitad de los niños en 2019.

En varios estados brasileños, alrededor de 3 de cada 4 niños de segundo grado están por debajo de su nivel en lectura, frente a 1 de cada 2 niños antes de la pandemia. En todo Brasil, 1 de cada 10 estudiantes de entre 10 y 15 años informó de que no tiene previsto volver a la escuela cuando ésta vuelva a abrir.

En Sudáfrica, los escolares llevan un retraso de entre el 75% y un año escolar completo. Al parecer, entre marzo de 2020 y julio de 2021, entre 400.000 y 500.000 estudiantes abandonaron la escuela.

Además, las consecuencias del cierre de escuelas van en aumento, ya que no se trata tan solo de la pérdida de aprendizaje. El cierre de escuelas ha afectado también a la salud mental de los niños, ha reducido su acceso a una fuente regular de nutrición y ha aumentado su riesgo de abuso.

De hecho, cada vez hay más pruebas que demuestran que el cierre de escuelas ha provocado altas tasas de ansiedad y depresión entre los niños y los jóvenes, y algunos estudios revelan que las niñas, los adolescentes y los que viven en zonas rurales son los más propensos a sufrir estos problemas.

Otro dato llamativo señala que más de 370 millones de niños en todo el mundo se quedaron sin comer en las escuelas durante el cierre de éstas, perdiendo lo que para algunos niños es la única fuente fiable de alimentos y nutrición diaria.