Oferta, demanda e inflación marcan camino económico para 2022
25 de noviembre de 2021
Fuente:
www.sela.org
El 2022 será un buen año para la economía mundial. Así lo proyectan gran parte de los organismos internacionales, que dan buenos puntos al crecimiento y la continuidad a un proceso que se inició a finales de 2020 cuando los países empezaron a levantarse del duro golpe del Covid-19.
Las proyecciones para 2022 dan muestra de un importante crecimiento para la economía global, que pese a ser menos ambicioso que en años anteriores, también tendrá sus ventajas y variaciones, sobre todo en el ámbito del crecimiento de la demanda, la baja capacidad de oferta y los niveles inflacionarios que estos escenarios podrían marcar para el año próximo.
El retorno a la normalidad en muchos países de la región, el hecho de que ya sean muchos los que están regresando a sus rutinas fuera de casa, los altos consumos de los bienes que esto implica, la escases de materias primas y la proyección de que para 2022, estos factores crezcan aún más, hacen que la oferta, demanda, e inflación sean unos de los puntos más importantes que marcarán el camino económico para la región en el 2022.
Las previsiones del Fondo Monetario Internacional, en sus informes trimestrales y el informe anual del banco de inversiones estadounidense Goldman Shachs, dan un espacio bastante importante a estos tres puntos, sobre todo por la gran influencia que tendrán en el desarrollo del crecimiento económico de la región, en un año en que el crecimiento irá a un ritmo más moderado.
Para Golman Sachs los mercados vivirán en el 2022 una especie de “carrera de caballos” en la que “la escasez de la oferta será marcada por una desaceleración de la demanda… Durante los próximos doce meses, incluso cuando el crecimiento se ralentice, esperamos que los mercados se guíen por esta carrera de caballos entre la desaceleración de la demanda desde niveles muy fuertes y la relajación gradual de la escasez de oferta", declaró la firma estadounidense.
"Esperamos que las interrupciones de la cadena de suministro se superen gradualmente y que la demanda de bienes se modere a medida que el gasto en servicios se recupere y el impulso fiscal máximo desaparezca", reiteró la firma estadounidense.
"La inflación es definitivamente una preocupación en la región", dijo el director interino del departamento de las Américas del FMI, Nigel Chalk, alertando además sobre el impacto en la región del “aumento de los precios de las materias primas y los alimentos, las interrupciones de la cadena de suministro y los incrementos globales de los precios de los bienes, que hacen subir los precios al consumidor”.
Para el organismo, los desajustes transitorios entre la oferta y la demanda y las recientes presiones sobre los precios, en gran parte reflejan la inusual evolución relacionada con la pandemia. Además, prevén que “la inflación regrese a los rangos que se registraban antes del Covid-19 en la mayoría de los países en 2022 una vez que estas perturbaciones vayan quedando reflejadas en los precios”. Sin embargo, persiste una gran incertidumbre, aseguraron.
"Acabamos de pasar un par de meses en los que la escasez de oferta ha sido la protagonista: los precios del petróleo y del gas se han disparado, la inflación ha sorprendido al alza en casi todas partes y los tipos de interés iniciales han subido de forma generalizada", destacaron los expertos de Goldman Sachs.
Al momento, en Perú la inflación ha llegado a 5.8%; en Chile a 6%; en México a 6.2%; en Brasil a 10.7%; y en Argentina a 52%. Por el momento algunos pronósticos calculan que la inflación latinoamericana promediará 11.9% este año y 10.4% el próximo.
Para Latinoamérica y el Caribe, el FMI estimó una inflación de 9,7% para 2021 y de 6,9% para 2022. En Sudamérica la proyección es particularmente alta con relación al resto de la región, de 12% para 2021 y 8,9% para 2022, esto sin incluir datos sobre Argentina.
En el contexto institucional los escenarios serán "muy diferentes" que en ciclos inflacionarios anteriores, gracias a que “muchos bancos centrales reaccionando "correctamente a estas presiones con alzas de las tasas de interés y compromisos con las metas de inflación”.