BM prevé tasa de crecimiento de 6,3% para América Latina y el Caribe

El Banco Mundial análisis que para este año América Latina y el Caribe (ALC) logre alcanzar una tasa de crecimiento del 6,3%, una cifra importante, pero insuficiente para sobreponerse a la contracción del 6,7% que dejó en 2020 la pandemia del Covid-19 a la región, ubicada como la más golpeada del planeta por la pandemia.

En la búsqueda para subsanar este duro golpe, el BM, ha otorgado a ALC créditos históricos, que en conjunto alcanzan una cifra récord de US $ 29.100 millones desde el comienzo de la crisis, en abril de 2020, ya lo largo del año fiscal 2021, que finalizó en junio de 2021.

Con esto el BM espera que la región logre sobreponerse, de una forma más rápida, no solo de la terrible crisis de la pandemia del Covid-19, sino de los problemas sociales, que a finales de 2019, colapsaron gran parte de ALC y conectaron con la crisis sanitaria de 2020, agudizando los problemas y afectando en mayor medida, a los sectores más vulnerables de la población que son la prioridad de las ayudas que ha otorgado la organización a América Latina y el Caribe.

Con respecto a la tasa de crecimiento, los países que lograron equilibrar con más rapidez su crecimiento en 2021 con respecto a la contracción que vivieron el año anterior, el BM estimó que la recuperación de Colombia, Chile y El Salvador fue tal, que estos países , incluso, están a punto de
alcanzar el nivel en el que se encontraban antes de la crisis.

Contrario a esto, las cifras para México no fueron tan alentadoras, ya que en 2020 el crecimiento de este país se redujo en 8.3% y al momento registra una recuperación de 5.7%, lo que evidencia una mejora más tardía, pese al importante intercambio comercial que tiene este país con Estados Unidos, uno de los países que más ha contribuido al crecimiento de las naciones vecinas, no sólo por los intercambios comerciales, importaciones y exportaciones entre ellos, sino también por las remesas, que han sido de suma importancia para las economías de ALC, durante este proceso pandémico.

Para William Maloney, Economista en jefe del Banco Mundial para la región de América Latina y el Caribe uno de los mayores problemas de la región se ubicación en que "en promedio los gobiernos están perdiendo más o menos 4.4% del PIB en ineficiencias en sus gastos [...] Uno es en adquisiciones de los bienes y servicios que compra el estado [...] Hay otros subsidios, por ejemplo, a la energía, al petróleo, la electricidad, que ayudan más que nada a los sectores de la población más adinerados y son sumamente costosos ".

"No es que estos sean mal usados, es solo que se pueden usar mejor", dijo. Para el BM, uno de los sectores que necesita una mayor inversión de capital es el de la educación y es por ello que una parte de los $ 29.100 millones de dólares que han otorgado a la región han sido dirigidos a todos los sectores (primario, secundario y universitario) de este rubro.

En Colombia, por ejemplo, la entidad otorgó 320 millones de dólares a un proyecto de becas para que los jóvenes con menos recursos puedan acceder a la educación terciaria.

Entre estos $ 29.100 millones de dólares recibidos por la región también se incluyen, según las cifras reveladas por la entidad, un total de $ 14.500 millones de dólares del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF), conocidos como Banco Mundial; $ 10.800 millones de dólares de la Corporación Financiera Internacional (IFC) para promover el desarrollo sostenible impulsado por el sector privado; y $ 3800 millones de dólares en garantías del Organismo Multilateral de Garantías de Inversiones (MIGA).

De igual forma, se requieren grandes aportes en infraestructuras que y den pie a la digitalización laboral, una forma de trabajo que ha sido beneficiosa para el fortalecimiento de la economía y que tuvo mayor amplitud luego de que casi todas las empresas tuvieran que apegarse a esta modalidad por las restricciones propias de la pandemia.

El Grupo del Banco Mundial también ha focalizado sus esfuerzos para ayudar a los países a fortalecer su respuesta ante la pandemia, mejorar la vigilancia sanitaria y las intervenciones de salud pública y ayudar al sector privado a mantener sus operaciones y los puestos de trabajo, ya que , las cifras para años venideros tampoco son tan alentadoras.

Se estima que las previsiones de crecimiento para los próximos dos años caigan por debajo del 3%, lo que podría traer consigo el retorno de las bajas tasas de crecimiento de la década de 2010.