Inversión fiscal y social permitió crecimiento económico de América Latina y el Caribe
15 de noviembre de 2021
Fuente:
www.sela.org
América Latina y el Caribe lograron reponerse, en gran medida, de los duros golpes que dio la pandemia del Covid-19 a la región. Contrario a las proyecciones que se hicieron para el 2021, tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), mostraron, con entusiasmo los avances de la economía de los países que la integran.
Hay posiciones encontradas y no todos los países lograron avanzar de la misma manera. Esto debido a las decisiones internas de cada gobierno, en cuanto al manejo de sus economías durante la pandemia que causaron, incluso estancamiento, en algunos de ellos.
En líneas generales el FMI determinó que México gastó 0,7% del PIB en medidas adicionales para contener el daño de la pandemia y se negó a hacer exenciones de impuestos. Mientras tanto, Chile destinó el 14%, Brasil 9,2%, Perú 7.8%, Colombia 4,7% y Argentina 4,5%.
En este sentido, México, Argentina y Colombia se ubican como unos de los países más golpeados, mientras que Chile, Brasil y Perú, lograron reponerse, a tal punto de casi alcanzar sus niveles económicos de prepandemia.
De acuerdo con el informe del FMI, para este momento el PIB de Brasil, Chile, México y Argentina, combinado, representa el 66% del PIB total de la región. Una cifra bastante alta e importante, que se ha logrado mantener gracias a quienes “invirtieron en estímulos fiscales para ayudar a su población desempleada”. Los que no, tal como se evidencia en los números, no solo van rezagados, sino que perdieron crecimiento potencial a futuro, punto en el que coinciden varios analistas y organismos especializados en este rubro.
Grupalmente, según el último informe develado por la CEPAL para América Latina y el Caribe, la región logró elevar su estimación de crecimiento promedio a 5,2%, “una cifra que denota un rebote desde la profunda contracción de 6,8% anotada en 2020 como consecuencia de los efectos adversos producidos por la pandemia de Covid-19”, citó el documento.
Este informe anual de la CEPAL explica que el crecimiento de la región en este año se debe, principalmente, a la baja base de comparación -luego de la contracción de 6,8% anotada en 2020- además de los efectos positivos derivados de la demanda externa y el alza en los precios de los productos básicos (commodities) que exporta la región, así como por aumentos en la demanda agregada.
De igual forma, en su más reciente informe de Perspectivas Económicas Globales, el Fondo Monetario Internacional aumentó en 1,2 puntos porcentuales su previsión de crecimiento para la región, con respecto al año pasado, para alcanzar un total de 5,8%.
Para el 2022, el organismo señala que si la región continúa con un ritmo constante de apertura, se puede esperar un crecimiento del 3,2% una cifra más alta que la que visualiza la Cepal, que prevé que América Latina y el Caribe crezca un 2,9% en promedio, lo que implicaría una desaceleración respecto del rebote de 2021.
Todas estas cifras pueden mejorar, o empeorar de acuerdo a cómo se siga desarrollando la pandemia y especialmente el plan de vacunación de cada país, una tarea que ha ayudado al mundo entero a mejorar todas sus estadísticas.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, aseguró que para cumplir con estos planes de crecimiento además de acelerar los planes de vacunación la región necesita “políticas para una recuperación transformadora con énfasis en la inversión. Políticas industriales y tecnológicas para impulsar el crecimiento de sectores más intensivos en tecnología y generadores de empleos de calidad.
Reestructurar los sistemas de salud y educación, sostener las transferencias, universalizar un ingreso básico de emergencia, implementar bonos contra el hambre, asegurar el acceso a una canasta básica digital, fortalecer el apoyo a las mipymes son otra de las acciones a la que se suma el impulsar políticas transversales y sectoriales para avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo.