Panamá pasó de recibir 800 migrantes en enero de este año a 30 mil el mes pasado, debe evitarse una crisis humanitaria regional

Laurentino Cortizo Cohen, durante el debate general del 76 periodo de sesiones de la Asamblea General, hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar una crisis humanitaria en la región de América Latina y el Caribe derivado de la migración.

“Uno de los retos que enfrentamos muchas naciones es la migración irregular un fenómeno histórico y constante ante el cual no se puede ser indiferente en lo que va del 2021 más de 80,000 migrantes irregulares han atravesado por el territorio panameño”.

Esta cifra dijo Cortizo, lleva un crecimiento exponencial. “Para entender lo dramático de la situación, Panamá pasó de recibir 800 migrantes en enero de este año a 30 mil el mes pasado. La mayoría de estos migrantes provienen del Caribe y África y vienen de recorrer varios países en condiciones difíciles. Nuestro país de manera responsable respetuoso de los derechos humanos, brinda un trato digno a estos migrantes y le ofrece por primera vez en su travesía albergue temporal asistencia médica y alimentación”.

A estas tareas, señaló el mandatario, dedican una parte importante de sus limitados recursos. “Panamá hace su parte, ahora apelamos a la comunidad internacional para hacer lo más pronto posible un esfuerzo conjunto con estrategias coordinadas y recursos, para anticipar una crisis humanitaria regional de graves proporciones”.

Recordó que es una responsabilidad de todos y dijo, tenemos que pasar de los discursos a las acciones concretas.

En cuanto a la  pandemia, el presidente de Panamá destacó que su paso ha revelado en toda su crudeza las profundas desigualdades de nuestras sociedades, no solo a nivel regional, sino también global.

“Frente a esta realidad podemos optar por la alternativa que nos lleva a la división, al conflicto, la indiferencia o tomar el camino de la unidad y la solidaridad. La pandemia ha puesto en evidencia que en el mundo interconectado de hoy el único camino para la sobrevivencia de la humanidad debe ser guiado por la solidaridad. Nuestras decisiones de hoy importan y tendrán consecuencias buenas o consecuencias malas hoy mañana y a largo plazo”.

Recordó que un de los retos es la vacunación y hacer que sea accesible para todas las personas. En el caso de Panamá, explicó, se actuó con previsión y se pudo contratar suficientes vacunas seguras y eficaces para toda su población.

“Gracias a ello estamos a semanas de llegar a una inmunidad colectiva, sin embargo, la meta no puede ser que algunos países lleguemos a la inmunidad de rebaño, cuando el objetivo debe ser que alcancemos inmunidad global”.

Respecto a la situación económica durante la pandemia, dijo que Panamá dio prioridad a la entrega de alimentos e insumos básicos a quienes perdieron sus fuentes de ingreso, especialmente en los segmentos de población más vulnerable. Para ello articularon un plan con dos iniciativas una de ellas transfiere fondos a los más afectados a través de vales digitales y la otra distribuye bolsas de alimentos e insumos a quienes habitan en regiones alejadas de difícil acceso.  

“Este plan vigente desde marzo del 2020 ha evolucionado de acuerdo con la dinámica de la pandemia y en la nueva etapa sus beneficiarios deben escoger entre prestar un servicio social comunitario, sobre todo capacitarse para el trabajo mediante cursos ofrecidos por el Gobierno. Ahora es un plan de alivio social con responsabilidad compartida. La efectividad de este programa tuvo el reconocimiento de la Organización de Estados Americanos y del Banco Interamericano de Desarrollo”.

En cuanto al cambio climático, el mandatario dijo que es uno de los mayores retos que enfrenta la humanidad.

“¿Qué más necesitan los dirigentes del mundo para entender esta dramática realidad? ¿Cuántos discursos más necesitamos nosotros en diferentes foros, conferencia para entender que este es un problema de muy alta prioridad?”

Panamá se ofrece una vez más como puente para aproximar a las naciones buscar soluciones comunes y concretas a los problemas y enfrentar los desafíos regionales y globales, señaló.

“Podemos hacerlo con una hoja de ruta marcada por la solidaridad y el respeto por los derechos humanos, podemos hacerlo a través del diálogo amplio y honesto enfocando el esfuerzo internacional en mantener la paz social, en dotar de las vacunas necesarias a todos los países para salvar vidas, preservar la salud y encaminarnos todos lo más pronto posible a la recuperación económica”.