Reto de desacelerar inflación en Argentina se mantiene pese a indicadores positivos, afirma experto

Argentina podría cerrar el año con una tendencia desacelerada de la inflación de acuerdo con los últimos indicadores positivos, pero el país aún enfrenta una de las subas de precios más altas de la región, lo cual sigue siendo un desafío para la dirigencia política, señaló el economista argentino, Pablo Salvador.

El profesor de Economía en la Universidad Nacional de Cuyo y articulista en medios destacó como "positivo" el último dato de inflación mensual del 2,5 por ciento correspondiente al mes de agosto, la cifra más baja de alza de precios que registra Argentina en lo que va de año, así como en los últimos 12 meses.

"Es un dato positivo en comparación a la inflación de unos meses atrás, veníamos trayendo alzas de precios mensuales del 4 por ciento en promedio entre diciembre y abril, luego bajó a un promedio del 3,2 por ciento y ahora ya estamos en un 2,5 por ciento. Es, sin duda, un dato alentador, pero, de todos modos, muy alta", indicó Salvador en diálogo con Xinhua.

El país sudamericano ha venido ocupando el segundo lugar en la inflación más alta de América Latina, detrás de Venezuela, y la permanencia de una política fiscal expansiva en medio de la continuidad de la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19) ha dificultado la meta oficial de un alza de precios en torno al 30 por ciento hacia finales de año.

"Es posible que Argentina baje la inflación interanual hacia diciembre, pero aún así creo que bajará unas décimas respecto a los indicadores anteriores. La inflación núcleo sigue muy alta y las variaciones interanuales de julio a agosto han sido bajas, posiblemente este año finalice con un alza de precios más cercana al 50 por ciento", precisó Salvador.

En términos interanuales (últimos 12 meses), la inflación argentina es del 51,4 por ciento y sólo en lo que va de año acumula una suba en los valores de los principales bienes y servicios del 32,3 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Pese a que el Gobierno ha logrado un sendero de descenso inflacionario, un desafío apuntado por Salvador son las medidas que podría aplicar el Ejecutivo durante los próximos meses en un contexto electoral.

"Hay que observar las medidas que va a utilizar el Gobierno de cara a las elecciones legislativas de noviembre, si plantea o concretará aumentos salariales, incremento de los subsidios o más programas sociales.

Independientemente de esto, no se estima una aceleración de la inflación hacia fines de año, pero esto podría impactar en la inflación de los años 2022 y 2023", precisó.

"De aumentar la emisión monetaria (a través del Banco Central) estaríamos viendo las consecuencias de este aumento con un posible aumento de la inflación en el 2022, respecto a la que registremos en este 2021", explicó el economista.