López Obrador afirmó que de la repartición del FMI, a México le tocarían unos US$ 12.000 millones que irían a las reservas internacionales, pero argumentó que éstas han crecido mucho y reciben poco rendimiento en sus colocaciones.

El primer mandatario señaló desde Palacio Nacional que el propósito de su Gobierno es que la deuda se incremente menos que en los sexenios de los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, a pesar de la pandemia generada por Covid-19.

La deuda de México, en su medida más amplia, aumentó cinco puntos del Producto Interno Bruto (PIB) desde la victoria de López Obrador en el 2018 hasta el quinto mes de este año, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En julio del 2018, cuando se llevó a cabo el proceso electoral en donde AMLO fue electo presidente de la República, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) —la medida más amplia de la deuda— se ubicó en 42,7% del PIB.

En tres años, la deuda creció e, incluso, en el 2020 superó 50% del PIB ante el impacto que tuvo la pandemia del Covid-19 tanto en el crecimiento de la economía mexicana como en la depreciación del peso frente al dólar.