“Por cada mujer que recibe apoyo existe un impacto multiplicador”, asegura Pierangela Sierra, originaria de Ecuador, y quien trabajó durante dos décadas para reconocidas multinacionales en América Latina. Ahora además de ser emprendedora, se dedica a compartir sus experiencias y talento con otras mujeres.
Sierra es experta en mercadeo, y hace algunos años, decidió retirarse del mundo corporativo para incursionar, junto a su esposo, en un proyecto que les devolviese lo que más les hacía falta a pesar de sus exitosas carreras: tiempo.
“En el año 2015 recuerdo que contamos y estuve cuarenta y ocho semanas fuera de la casa. Entonces en realidad pasaba prácticamente Navidad, era una visitante en mi casa. No podíamos pasar tiempo juntos como pareja, como familia o preocuparnos de nosotros mismos”, cuenta la fundadora de la compañía Tipti.
Tipti, corto de “Tiempo para ti”, es una empresa de comercio digital que provee productos de supermercado y tiendas especializadas a domicilio a través de órdenes hechas por una aplicación móvil o por sitio web.
“Vimos nacer Instacart, y otras plataformas de E-Commerce y comenzamos un poquito a dibujar en borrador, qué es lo que queríamos hacer hacia adelante. Y es así como nace Tipti, con la idea de devolvernos a nosotros mismos como pareja, como familia y a nuestros clientes lo más valioso que tenemos”, cuenta la emprendedora.
El comercio digital en América Latina
De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en 2019, 1500 millones de personas realizaron compras en línea, esto representa un 27% de la población mundial de 15 años o más.
El número general aumenta año tras año y se espera que tras la pandemia de COVID-19 incremente aún más. Sin embargo, la proporción de personas utilizando el comercio digital en países de medianos y bajos ingresos es mucho menor en comparación con naciones de ingresos altos: más de la mitad de la población en países como Suiza utiliza estos servicios, mientras que solo un 2% lo hace en naciones más pobres.
América Latina y el Caribe representa el 9% de la población mundial mayor de quince años, y aunque 346 millones de personas tienen acceso a internet, solo un 20% hizo compras en línea en 2019, quedando solo por encima de África como la región con el menor puntaje en el índice de comercio electrónico de la UNCTAD.
La falta de confianza en los servicios de correo, así como las barreras para obtener una cuenta de banco que permita pagos digitales, están entre las razones por las cuales el continente no presenta un mayor uso de estos servicios.
El incentivo de las mujeres para emprender en el comercio digital
Para Pierangela Sierra, otro obstáculo es la falta de educación y acceso a la tecnología por parte de las poblaciones de bajos recursos. En 2015, cuando ella y su esposo comenzaron a investigar el mercado para crear su negocio, observaron que un 10% de la población asiática ya no iba al supermercado, sino que realizaba sus compras en línea, algo que los motivó a inclinarse por esa idea pensando en el futuro.
“Cuando tú comienzas a entender esas dinámicas de dónde están los potenciales negocios, todos están relacionados con Fintech, E-Commerce, Biotech, y todo lo que es tecnología como tal y hay una gran necesidad de que haya un acceso a educación en todas estas áreas, particularmente para las mujeres”, asegura la emprendedora.
Sierra dice que la tecnología se está desarrollando cada vez más y sin duda, habrá muchos más espacios para el comercio digital en el futuro, pero que las oportunidades ya están aquí.
“Hoy mismo ya hay una brecha importante de personas educadas en el área que podrían tener un trabajo digno, un trabajo con remuneraciones salariales importantes y sin duda alguna en los próximos 15 años esto va a ser un boom”, dice.
Derribando mitos
La experta les pide a las mujeres que no se pongan ellas mismas una barrera que ha sido fomentada por la sociedad.
“Siempre te dicen ‘manejas mal o utilizas mal la computadora’. En la tecnología hay esos mitos muy centrados en el tema de la mujer y a veces nosotras mismas nos sentimos incapaces de utilizar el mundo de la tecnología y en ese sentido, pues sentimos que, si no estudiamos un área de tecnología, pues no vamos a poder empujar en empresas en este ámbito. Y eso es totalmente erróneo porque las capacidades o competencias que puedas tener en términos de dirección, estrategia, liderazgo pueden hacerte como es en mi caso, tener un equipo funcional que pueda construir sobre ese norte sin necesidad de tener esos estudios específicos”, aconseja Pierangela Sierra.
Según datos de ONU Mujeres, actualmente solo un 45% de las mujeres a nivel mundial tienen acceso a internet, y la mayoría de los teléfonos móviles están en las manos de los hombres. Además, si bien las niñas de todo el mundo tienden a superar a los niños en lectura y escritura, siguen estando infrarrepresentadas entre los mejores en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Y es que las mujeres representan menos del 10% de las personas que trabajan en la creación y contenido de productos tecnológicos, asegura la UNESCO.
“Creo que es súper importante, particularmente apoyar a las mujeres, que a veces somos un poquito tímidas en tomar liderazgo o en creer que podemos ser capaces de desafiar profesiones que normalmente han sido muy de hombres, pues podemos ser mucho más exitosas a nivel estructural y a nivel de empujar mismo la economía del país”, asegura Sierra.
La creadora de Tipti cree firmemente que ayudar a una mujer en el área tecnológica, donde sin duda habrá un gran espacio de crecimiento y de trabajo, es asegurar una movilización e impacto económico positivo para la sociedad que la rodea.
Generadora de cambio
Sierra es la primera representante de América Latina y el Caribe de eTrade for Women, una iniciativa de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo para promover la participación de más mujeres en la economía y el comercio digital en países de medianos y bajos recursos.
“Las mujeres somos más responsables y siempre buscamos educar a nuestra siguiente generación, hijos, sobrinos, si podemos ayudar a una hermana, o a otra madre etc. Entonces por cada mujer que tu apoyas realmente el impacto comienza a ser multiplicador y puedes llegar a ayudar hasta 20 individuos en el momento en que ayudas a una sola mujer”, explica.
La profesional, quien ocupó puestos de liderazgo en compañías como Coca-Cola y Colgate asegura que desde siempre se ha caracterizado por su determinación y por eso durante su carrera siempre ha estado motivada a ayudar a otras mujeres.
“Si bien es cierto es bastante complejo el poder hacerte ese espacio también depende mucho del poder tener esa conciencia, ese creer en cada una de nosotras mismas para poder lograrlo”, resalta.
Sierra también es parte de la dirección de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana, a donde se vinculó como parte de un ánimo de “ser una parte activa del cambio” y del crecimiento de su país.
“No estar siempre como que en la quejadera o en la esperanza de que alguien tiene que solucionar las cosas sino ser parte de esos equipos que realmente muevan regulaciones, muevan las industrias, pongan propuestas sobre la mesa y puedas tener una buena voz”, explica.
Como parte del programa de la UNCTAD, Pierangela Sierra llevará a cabo una Masterclass a finales de 2021 dirigida especialmente para mujeres que están interesadas o desarrollando un plan de negocio en el área de tecnología.
“Mujeres que hayan empujado, que estén creciendo, que hayan sido exitosas en el poder captar inversiones importantes, digamos, que hayan tenido una serie de experiencias y que podamos compartir”.
La idea es identificar lideresas alrededor del continente en el área de tecnología que puedan a su vez impactar positivamente a otras mujeres dentro de sus países, y motivar a más negocios y emprendimientos que puedan ser visibles ante bancas de inversión importantes como Google Startups, Endeavor y el Banco Interamericano de Desarrollo, explica la experta.
Su mayor consejo
Para Pierangela Sierra, el mayor error cometido con su emprendimiento es no haberlo hecho antes.
“Para mí emprender se trata de libertad. De comenzar a construir esa libertad, ese equilibrio que muchas veces como mujeres buscamos de pasión, de sueños, pero principalmente de poder aportar con ilusión a esa construcción de una sociedad y de un futuro mejor”.
La creadora de Tipti asegura que lo más importante para las mujeres es aprender a creer en sí mismas y en sus sueños.
“Y ese sería mi mensaje a todas las personas que a veces tienen esa duda que de verdad este se motiven emprender y que se motiven a ser libres y que se motiven a hacer sus sueños realidad”.