La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, y el Programa Mundial de Alimentos anunciaron la creación de un frente común con el que acudir a la próxima Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas que se celebrará el próximo mes de septiembre en Nueva York.
El objetivo de las tres agencias será acercar posturas mediante la celebración de tres diálogos regionales que servirán para reunir insumos e impulsar debates sobre la transformación de los sistemas alimentarios, lo que permitirá identificar problemas y oportunidades comunes en los países de la región.
Una vez identificados esos objetivos, se creará una agenda regional para llevar a la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, que busca impulsar una profunda transformación de los sistemas alimentarios y reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno de todos los países miembros de las Naciones Unidas, y también a la cumbre preparatoria programada para el mes de julio en Roma.
Tres reuniones para acordar una agenda común
El primero de los tres encuentros regionales, que está previsto que se efectúen en línea, está previsto para el 27 de mayo y se centrará “en el fortalecimiento de los vínculos en los sistemas alimentarios, a través de alianzas innovadoras entre la agricultura local y la alimentación escolar”, según indica el comunicado de las agencias.
El segundo diálogo, programado para el 16 de junio, servirá para profundizar “en las convergencias productivas para mejorar la resiliencia del sector agroalimentario y para impulsar el financiamiento al desarrollo”.
Por último, la tercera reunión buscará “establecer sinergias rurales, tendiendo puentes entre políticas sociales y de inclusión productiva, mediante la innovación digital y la tecnología” y se celebrará lugar el 23 de junio.
Reacciones de las agencias a la alianza
“¿Cómo podremos asegurarnos de que todos y todas puedan comer mejor y más saludable, manteniendo una producción ambientalmente sostenible y climáticamente resiliente?”, reflexionó el representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Julio Berdegué.
Y respondió que “el futuro, no solo de la alimentación y de la agricultura, sino del bienestar y la sobrevivencia de nuestra especie, se juega en buena medida en la respuesta que podamos dar a esta pregunta, y en los acuerdos que logremos durante esta Cumbre”.
“Nuestros sistemas alimentarios sufren por los efectos del cambio climático y multitud de inequidades sociales que el COVID-19 ha agravado. La agricultura familiar produce hasta el 80% de los alimentos en nuestros países. Sin ella, no se puede garantizar la seguridad nutricional y alimentaria. Sin embargo, es un sector desatendido”, dijo Rossana Polastri, directora del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola para América Latina y el Caribe.
Polastri añadió que “a pesar de su vulnerabilidad al cambio climático, sólo recibe el 1,7 % del financiamiento destinado a luchar contra este fenómeno. Debemos cambiar este desequilibrio”.
Por su parte, el director regional del Programa Mundial de Alimentos destacó que, “nuestro objetivo debe ser construir sistemas alimentarios más resilientes y robustos, que puedan resistir el aumento de la volatilidad y los choques climáticos mientras siguen brindando alimentación sana, sostenible y asequible para todos y que, a su vez, garanticen medios de vida dignos para los productores del sistema alimentario”.