El lunes marcó el inicio de la Semana Mundial de Vacunación, al igual que el comienzo de una estrategia global de inmunización liderada por la ONU para llegar a más de 50 millones de niños que no han sido vacunados contra enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla y la difteria, en gran parte debido a la emergencia que ha supuesto el COVID-19 para los sistemas de salud públicos.
“Ya antes de la pandemia, había señales preocupantes de que estábamos empezando a perder terreno en la lucha contra las enfermedades infantiles prevenibles, con 20 millones de niños que estaban recibiendo sus vacunas fundamentales”, dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Durante la rueda de prensa semanal de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la titular de UNICEF señaló que la interrupción debida a la pandemia de COVID-19 redujo de 2290 millones de vacunas administradas en 2019 a poco más de 2000 millones de dosis de inoculaciones el año pasado.
“Las vacunas son una de las invenciones más poderosas en la historia de la humanidad. Gracias a ellas estamos acabando con la polio, por ejemplo. (…) Las vacunas nos dan luz al final del túnel, pero la vacunación se ha suspendido en muchos países a causa del COVID-19”, recordó Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la OMS.
Agregó que las lagunas en las campañas de vacunación ya están teniendo efectos y citó, entre otros, el resurgimiento del sarampión.
Camino retrocedido
“La pandemia ha empeorado la situación y ha provocado que millones de niños más no estén vacunados”, sostuvo Fore. “Ahora que la relevancia de las vacunas es clara para todos, debemos mantener el ímpetu para ayudar a los niños a ponerse al día con sus vacunas contra el sarampión, la poliomielitis y otras enfermedades. No tenemos tiempo que perder. Perder terreno quiere decir pérdida de vidas”, advirtió.
Para reforzar el mensaje, el doctor Tedros y el director ejecutivo de GAVI, la alianza para las vacunas, Seth Berkley, abogaron por el acceso universal a la inmunización e instaron a aumentar las inversiones en atención primaria de salud para apoyar las campañas masivas de vacunación.
“Las vacunas pueden ayudarnos a poner fin a la pandemia de COVID-19, pero esto sólo ocurrirá si garantizamos un acceso justo para todos los países y construimos sistemas sólidos para administrarlas”, recalcó Tedros.
Según la agencia de salud de la ONU, los servicios de inmunización han comenzado a recuperarse de la interrupción causada por las restricciones del COVID-19 en 2020.
Sin embargo, una encuesta indicó que más de un tercio de los países que la respondieron todavía reportaron problemas al administrar las inmunizaciones de rutina.
Millones de personas en riesgo
La OMS informó que se han pospuesto 60 campañas de vacunación masiva en 50 países, lo que coloca en riesgo de contraer enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla y la poliomielitis a unos 228 millones de personas, en su mayoría niños.
Más de la mitad de las 50 naciones afectadas están en África y su efecto alcanzan a casi 140 millones de personas. Las campañas contra el sarampión fueron las que registraron mayores interrupciones.
La Organización Mundial de la Salud detalló que muchas de las campañas contra el sarampión se retrasaron más de año y subrayó que si no se reanudan con urgencia estas vacunaciones podrían surgir brotes grandes de esa enfermedad altamente contagiosa donde las personas no estén vacunadas.
Actualmente se han presentado ya brotes graves de sarampión en la República Democrática del Congo, Pakistán y Yemen como resultado de la suspensión de la inmunización, alertó la OMS.
Estos brotes están ocurriendo en lugares que, además de atravesar situaciones de conflicto, han debido interrumpir las vacunaciones y asignar sus recursos a la respuesta de emergencia al COVID-19.
Las vacunas salvan vidas
El mundo tiene vacunas para prevenir más de 20 enfermedades que pueden ser mortales, lo que ayuda a las personas de todas las edades a vivir vidas más largas y saludables, como es su derecho, de acuerdo con la estrategia de la Agenda de Inmunización 2030, diseñada para apoyar la recuperación de la vacunación suspendida como consecuencia del COVID-19.
El director general de la OMS enfatizó que se necesitarán sistemas de inmunización sólidos para garantizar que las personas de todo el mundo estén protegidas contra el COVID-19 y otras enfermedades durante la próxima década.
Del mismo modo, los participantes en la rueda de prensa destacaron los ahorros y los beneficios económicos de invertir en programas de vacunación para las personas, las comunidades y los países.
La agencia de la ONU advirtió, asimismo, que asegurar que todos reciban las vacunas que necesitan ayudará a mantener al mundo a salvo de futuras pandemias.