Con casos y muertes que aumentan a un ritmo “preocupante”, el mundo se está acercando a la tasa más alta de infección vista hasta ahora desde el inicio de la pandemia de COVID-19, advirtió el director de la Organización Mundial de la Salud.
“A nivel mundial, el número de casos nuevos por semana casi se ha duplicado en los últimos dos meses. Algunos países que anteriormente habían evitado la transmisión generalizada ahora están experimentando un fuerte aumento de las infecciones”, alertó Tedros Adhanom Gebreyesus.
Tedros explicó más tarde que las causas del aumento son bastantes: las variantes de rápida propagación, el uso inconsistente y la flexibilización prematura de las medidas de salud pública, la comprensible fatiga de poblaciones con restricciones sociales y la dramática inequidad en la cobertura de vacunas.
La tendencia se ve a lo largo del planeta, desde Uruguay hasta la India. La semana pasada la Organización Panamericana de la Salud resaltó un aumento alarmante en casos en las Américas, en países como Brasil, Colombia, Venezuela y Perú, con 1,3 millones de casos y 36.000 muertos en siete días en toda la región.
En el sur de Asia la situación también se recrudece y, según datos de la Cruz Roja Internacional, se vive una “calamidad humanitaria” en esa región, con hasta más de 200.000 personas infectadas diariamente.
La nueva ola más mortífera e infecciosa está abrumando a los hospitales y los sistemas sociales, acumulando más angustia en cientos de millones de personas que ya experimentan pobreza y dificultades. El 15 de abril de 2021, India registró más de 200.700 casos en un día, más del doble del pico anterior del país y el más alto de cualquier otra nación del mundo actualmente.
Tedros recordó que muchos países de todo el mundo han demostrado que el virus se puede detener con medidas de salud pública comprobadas y sistemas sólidos que respondan de manera integral, rápida y coherente.
“Instamos a todos los países a implementar una combinación de medidas ágiles y basadas en evidencia, que incluyen vigilancia, pruebas, rastreo de contactos, cuarentena de apoyo y atención compasiva. Y debemos seguir animando a las personas a que tomen las precauciones personales para mantenerse a sí mismos y a los demás seguros: distanciamiento físico, mascarillas, higiene de manos y ventilación. Todas las respuestas deberían ser asunto de todos. Puede que parezcamos un disco rayado, pero estas medidas funcionan”, recalcó.
La variante identificada en India
Varios países del sur de Asia, así como otras partes del mundo, han informado sobre la detección de las variantes preocupantes B.1.1.7 y B.1.351 identificadas por primera vez en el Reino Unido y Sudáfrica, que son más infecciosas y están aumentando las hospitalizaciones, lo que supone una carga masiva para el sistema de salud.
Otra variante, la B.1617, reportada inicialmente en la India, tiene dos mutaciones relacionadas con una mayor transmisión, y ha sido detectada ya en otros países del sur de Asia y en América del Norte, informó la líder técnica para COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud.
“Se identificó por primera vez en dos estados de la India a finales del 2020, y ha habido un aumento en la proporción de casos desde el año pasado. Como ya sabemos el virus muta y cambia a través del tiempo, y esta es una variante de interés que estamos siguiendo. Que tenga dos mutaciones que ya hemos visto en otras variantes es preocupante, porque hay una similitud en estas mutaciones que crea una mayor transmisibilidad, y algunas pueden resultar en una menor neutralización, lo que podría tener un impacto en nuestras medidas de salud, incluidas las vacunas”, advirtió Maria Van Kerkhove.
La epidemióloga informó que su Organización se encuentra trabajando tanto con India como con otros países alrededor de mundo para aumentar la secuenciación genómica del virus y detectar la presencia de la variante doble mutante.
“Las variantes con ciertas mutaciones pueden transmitirse de manera más fácil lo que significa que habrá mas casos y eso pone mas peso sobre el sistema de salud”, explicó.
Los pasaportes de vacunas
La Organización Mundial de la Salud también reiteró su posición en contra de la creación de pasaportes de vacunación como requisitos para viajar, estudiar u acceder a otros servicios.
Los expertos recordaron que todavía no está probado que una persona vacunada, aunque esté protegida de enfermar gravemente, no pueda transmitir el virus a otros.
"Sabemos que las vacunas no protegen un cien por cien contra la infección, a pesar de que son muy efectivas contra infecciones severas y hospitalizaciones", explicó la científica jefa de la OMS Soumya Swaminathan.
"Algunas vacunas están mostrando que protegen contra infecciones, pero quizás hasta un 70 u 80 %, así que no podemos dar por hecho que solo porque alguien está vacunado no tiene ninguna posibilidad de infectarse o no es un riesgo para otros", precisó.
El director de emergencias de la Organización, Michael Ryan, agregó que estos pasaportes también generan problemas de igualdad, ya que las vacunas están siendo distribuidas de manera muy lenta y desigual alrededor del mundo.
“También hay que tener en cuenta que además de aquellos con una tarjeta de vacunación, también hay personas que ha sido infectadas y que tienen anticuerpos, aunque no hayan recibido la vacuna”, dijo.
Ryan sugirió que se revise la manera en que se utilizan las pruebas moleculares, las de antígenos y las de anticuerpos y se cree un marco para interpretarlos a la hora de tomar decisiones de una manera ética y moral.
“El Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (que se reunió esta semana) está considerando el tema de los pasaportes de vacunas y viajes, y dará pronto sus recomendaciones al director de la Organización Mundial de la Salud sobre si su posición ha cambiado. Anteriormente, indicaron que los certificados de vacunación no deben utilizarse como un prerrequisito de viajes internacionales, pero dijeron que lo iban a revisar”, informó el experto.