La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aconsejó a Brasil proteger la Amazonía, incrementando sus "esfuerzos" para combatir la deforestación ilegal, y reformar su sistema tributario y sus programas sociales para relanzar el crecimiento del país.
La OCDE enfatizó en su informe "Hacia el crecimiento 2021: Dar forma a una recuperación vibrante", publicado este miércoles, "la necesidad de fortalecer la protección efectiva de los recursos naturales, incluida la selva tropical amazónica".
"Las leyes y protecciones actuales, que fueron capaces de reducir la deforestación en el pasado, deben preservarse y combinarse con mayores esfuerzos para hacer cumplir la ley y combatir la deforestación ilegal, que requerirá recursos adicionales", indicó.
Desde que el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro asumió el poder, los índices de deforestación en la Amazonía brasileña se han disparado, así como el número de incendios en la región.
En líneas generales, la organización destacó que la pandemia del nuevo coronavirus ha intensificado la "urgencia" de "abordar los desafíos de política estructural de largo plazo".
En este contexto, mantiene que Brasil debe aumentar su "productividad" para sostener un fuerte crecimiento y reducir la desigualdad con "oportunidades económicas para todos".
Para ello considera que la mayor economía latinoamericana debería "aumentar la eficacia" de sus programas de protección social mediante una reforma en la que se revisen algunos de los beneficios y se fortalezcan otros.
La entidad cree que hay espacio para ampliar los subsidios y convertirlos en una "verdadera red de seguridad social" que, por ejemplo, "acelere la provisión de beneficios en caso de despido" y promueva su retirada gradual para incentivar la búsqueda de empleo.
"Dicha reforma debería basarse en la experiencia de los beneficios temporales de emergencia por la pandemia" que se destinaron a los "trabajadores informales", quienes no están cubiertos por los regímenes de seguro de desempleo, apuntó la OCDE.
También recomendó a las autoridades brasileñas reducir las barreras al comercio, desburocratizar la economía para mejorar el ambiente de negocios, y unificar los impuestos al consumo en un solo tributo al valor agregado (IVA).
"Un complejo sistema tributario distorsiona los incentivos para mejorar la productividad y genera altos costos de cumplimiento" como consecuencia de la legislación vigente, señaló.
Por otro lado, cree que a largo plazo la clave para "reducir la desigualdad y la pobreza" está en mejorar "los resultados y la equidad en la educación y la formación profesional".
"El acceso a la educación ha mejorado en las últimas décadas, pero la calidad de la misma es muy desigual entre las escuelas y las regiones, y las tasas de abandono escolar son altas", manifestó el organismo.
A su juicio, la expansión de la educación infantil beneficiaría especialmente a los niños de entornos socioeconómicos "más desafiantes" y, al mismo tiempo, "permitiría que más mujeres tuvieran un empleo remunerado".
También sería positivo, según la OCDE, mejorar los procesos de selección y formación de los profesores, pues "ayudaría a mejorar la calidad de la educación" y, en última instancia, fortalecería la productividad.