Un grupo de líderes mundiales se unió al director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para pedir un tratado internacional que mejore la preparación y respuesta a una posible pandemia futura tras el COVID-19, por el bien de las generaciones venideras.
En un artículo conjunto publicado el martes en las principales plataformas de noticias, los firmantes dijeron que la pandemia de coronavirus ha sido un “recordatorio duro y doloroso de que nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo” y advirtieron que “habrá otras pandemias y emergencias sanitarias importantes”.
"La pregunta es cuándo"
“La pregunta no es si la habrá, sino cuándo será. Juntos, debemos estar mejor preparados para predecir, prevenir, detectar, evaluar y responder eficazmente a las pandemias de una forma muy bien coordinada”, subrayaron.
El objetivo principal del tratado, que estaría basado en la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, sería fortalecer las capacidades de los países, las regiones y del sistema mundial para actuar contra futuras pandemia, agregaron los líderes.
Junto al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, hasta ahora los líderes signatarios representan a Albania, Chile, Costa Rica, el Consejo Europeo, Fiji, Francia, Alemania, Grecia, Indonesia, Italia, Kenya, Países Bajos, Noruega, Portugal, República de Corea, Rumania, Rwanda, Senegal, Serbia, Sudáfrica, España, Tailandia, Trinidad y Tobago, Túnez, Reino Unido y Ucrania.
“En un momento en que el COVID-19 ha sacado ventaja de nuestras debilidades y divisiones, debemos aprovechar la oportunidad y unirnos como comunidad global para una cooperación pacífica que se extienda más allá de esta crisis”, enfatizaron los líderes.
“Actuar con valentía”
En una conferencia de prensa, el titular de la OMS afirmó que la idea detrás de la propuesta del tratado es “abordar sistemáticamente las brechas expuestas por el COVID-19”.
La pandemia ha sacado a relucir lo mejor y lo peor de la humanidad, agregó, recordando “actos de increíble coraje” de los trabajadores de la salud y las comunidades ocurridos a diario en todo el mundo que contrastan con las desigualdades en las sociedades, las fallas geopolíticas y la confianza en las instituciones públicas.
“El impacto en nuestras sociedades, economías y salud, especialmente para los más pobres y vulnerables, es demasiado grave”, dijo Tedros, y enfatizó que “no podemos hacer las cosas como las hemos hecho antes y esperar un resultado diferente, sino que debemos actuar con valentía”.
Afirmó que el tratado fortalecerá la implementación del Reglamento Sanitario Internacional y proporcionará un marco para la cooperación y la solidaridad internacionales.
El acuerdo ayudaría a:
- desarrollarla resiliencia ante las pandemias y otras emergencias sanitarias mundiales, con sistemas sólidos de preparación nacionales y mundiales
- garantizar el acceso oportuno y equitativo a las medidas contra la contingencia, incluidas las vacunas;
- apoyar el financiamiento y la capacidad sostenibles para la prevención, detección y respuesta a los brotes
- promover la confianza mutua
Decisión de los Estados miembros
Tedros aclaró que, en última instancia, los Estados miembros decidirán.
“El desarrollo y la ratificación de un tratado como este es asunto de nuestros Estados miembros, las naciones del mundo”, agregó.
“Debemos dejar un legado para nuestros hijos: un mundo más seguro para todos”, concluyó.