Durante su discurso inaugural del 38º Periodo de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Secretario General de las Naciones Unidas recordó el lunes que el año en curso ha dejado al mundo ante “un escenario inédito” en el que ningún país puede eludir los impactos de la COVID-19.
“Esto pone más que nunca a la cooperación y el multilateralismo en el centro de nuestro trabajo. La pandemia marca un antes y un después y deja al mundo un mensaje claro: la solidaridad es, hoy más que nunca, nuestra única tabla de salvación”, afirmó António Guterres.
Explicó que esa solidaridad debe empezar por comprender que los efectos y la respuesta de las naciones en vías de desarrollo son diferentes de los impactos y las opciones de los países desarrollados, y también por la protección y el apoyo de que las mujeres, los trabajadores del sector informal, las personas adultas mayores y las que están en situación de pobreza.
“Para superar y recuperarnos de la crisis requerimos sistemas de salud fortalecidos y cobertura sanitaria universal. Y esto significa garantizar que la vacuna se considere un bien público mundial accesible y asequible para todas las personas”, destacó Guterres quien instó una vez más a los países a proporcionar los recursos adicionales “para movilizar a todos los actores y socios del sector al servicio de una respuesta verdaderamente mundial”.
Por ello, destacó que no se puede consentir que un retraso en el acceso a la vacuna sirva para ampliar todavía más las enormes desigualdades actuales.
“Hasta hoy, la pandemia ha provocado la recesión más abrupta de la historia de América Latina y el Caribe: más de 44 millones de personas desempleadas, un incremento de más de 45 millones de personas en la pobreza y alrededor de 28 millones en situación de pobreza extrema”, alertó.
Unas cifras en las que ahondó la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, quien aseveró que la región se enfrenta a su peor crisis en cien años debido a que la COVID-19 ha “magnificado los problemas estructurales del modelo de desarrollo” con “desigualdades entrecruzadas, crecimiento mediocre, baja productividad, insuficiente diversificación de exportaciones, poco espacio fiscal y deterioro ambiental”.
Bárcena indicó que la CEPAL ha preparado un documento que prevé una caída de la actividad económica de la región de 9,1% que irá “acompañada de una gran contracción comercial de -14% y de una contracción del comercio intrarregional de -11%”, pero agregó que las medidas aplicadas por los gobiernos deberán ayudar a mitigar los retrocesos.
Siete propuestas
Ante este escenario, la CEPAL presenta siete propuestas calculando los costos y los beneficios con el objetivo de conectar la emergencia con la recuperación.
- Extender el ingreso básico de emergencia por doce meses a toda la población en estado de pobreza.
- Ampliar los plazos y periodos de gracia para las pequeñas y medianas empresas y particularmente para las microempresas.
- Establecer una canasta básica digital que incluya a los 40 millones de hogares no conectados a internet.
- Implementar políticas fiscales y monetarias expansivas.
- Actuar con solidaridad internacional, incluyendo la deuda en el Caribe.
- Poner en marcha rápidamente planes de recuperación e inversión en torno a sectores dinámicos con creación de empleo.
- Cerrar brechas para alcanzar regímenes universales de salud y protección social.
“Todas estas propuestas precisan del concurso colectivo de la sociedad a partir de pactos políticos y sociales en esta compleja hora donde la desigualdad define a nuestra región. Las sociedades desiguales concentran el poder económico y político y eso se convierte en un caldo de cultivo para el descontento y el malestar social”, apuntó.
Costa Rica sigue a Cuba en la presidencia de la CEPAL
Por su parte, el presidente de Cuba, nación que finalizó su presidencia de la CEPAL, consideró que en la región “persiste un vergonzoso grado de desigualdad económico y social”.
“Las brechas estructurales y sistémicas entre naciones y al interno de cada país permanecen y se amplían en un contexto internacional complejo y difícil en todos los órdenes: sanitario, económico, financiero, social y medioambiental”, recordó Miguel Díaz-Canel.
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, cuyo país asume la presidencia del organismo regional dijo que la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 junto a las medidas de confinamiento han colocado a América Latina y el Caribe “en la mayor crisis económica y social de la historia de la región”.
“La pandemia ha dejado al descubierto las profundas brechas de desarrollo que atraviesan nuestras sociedades: la desigualdad, la pobreza, la precariedad laboral, la brecha tecnológica, la urbanización precaria y la desigualdad de género son solo algunos de los factores que se han hecho más visibles durante esta pandemia. Hemos quedado al desnudo en nuestros defectos estructurales”, acotó.
El 38º Periodo de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se celebra de manera virtual del 26 al 28 de octubre y reunirá a representantes de los 46 países miembros y 14 miembros asociados de la CEPAL