El líder de la ONU destacó el éxito de los acuerdos globales para proteger y regenerar la capa de ozono alrededor de la Tierra. “Esos tratados son ejemplos alentadores que muestran que cuando prevalece la voluntad política hay pocos límites para lograr un beneficio común”, apuntó.
Las Naciones Unidas celebraron el miércoles el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono y el 35º aniversario del Convenio de Viena para la Protección de esa envoltura del planeta.
En un mensaje para la jornada, el Secretario General de la ONU afirmó que pocos acuerdos mundiales han producido tan buenos resultados como esa convención, que marcó el primer paso para “arreglar” el agujero de la capa de ozono.
La abertura era causada por los gases utilizados en aerosoles y aparatos de refrigeración y constituía una amenaza para los seres vivos ya que el ozono forma una capa que protege a la Tierra de la mayor parte de la radiación ultravioleta dañina del sol.
António Guterres se refirió al descubrimiento del agujero en la década de 1970 por parte de los científicos, que advirtieron con alarma que de no tomar medidas inmediatas, el mundo empezaría a ver un aumento en los casos de cáncer de piel y cataratas, además de que habría grandes daños a las plantas, los cultivos y los ecosistemas.
La comunidad internacional al rescate
La respuesta de los líderes y la comunidad internacional fue decisiva y en 1985 se adoptó la Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono. Bajo el Protocolo de Montreal, los gobiernos, los científicos y la industria se comprometieron a trabajar juntos para eliminar el 99% de las sustancias que reducen la capa de ozono. Gracias este protocolo, la capa de ozono se está recuperando y se espera que vuelva a los valores anteriores a 1980 para mediados de siglo.
Con el compromiso plasmado en esos tratados se ha logrado sustituir hasta la fecha el 99 % de los gases en cuestión y la capa de ozono está recuperándose, recalcó Guterres y agregó que el trabajo del Protocolo de Montreal no ha terminado.
“La Enmienda de Kigali al Protocolo permite a la comunidad internacional encontrar alternativas a los refrigerantes que contribuyen a la creciente amenaza de las perturbaciones climáticas. Si se aplica en su totalidad, ese instrumento puede evitar el calentamiento de 0,4 grados centígrados del planeta. Felicito a las cien Partes que han estado liderando con el ejemplo”, subrayó.
Hay que construir sociedades más fuertes
El Secretario General consideró que de cara a la recuperación mundial de la devastación social y económica causada por la pandemia de COVID-19 “debemos comprometernos a construir sociedades más fuertes y resilientes. Es nuestro deber esforzarnos e invertir en afrontar el cambio climático y en proteger la naturaleza y los ecosistemas que nos sostienen”.
Para Guterres, los tratados sobre el ozono destacan como “buenos ejemplos de cómo hay pocos límites a lo que podemos lograr en una causa común cuando prevalece la voluntad política”.
“Hagamos que este trabajo conjunto para preservar la capa de ozono nos sirva de estímulo para mostrar la misma determinación en sanar el planeta y forjar un futuro más prometedor y equitativo para toda la humanidad”, concluyó.