Para mitigar el impacto de la crisis resultada del coronavirus hace falta reforzar la protección social
15 de mayo de 2020
Fuente:
https://news.un.org/
La única manera de lograr una recuperación que se sostenga y de prevenir futuras crisis en los países en desarrollo será subsanar el déficit de protección social que ha quedado en evidencia con la crisis generada por la pandemia de COVID-19, afirma la agencia que se ocupa de los derechos de los trabajadores.
La respuesta a la crisis derivada de la pandemia del coronavirus requiere la implementación de sistemas de protección social reforzados e integrales, sostiene un nuevo informe divulgado este jueves por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los déficit de protección social se han hecho más evidentes que nunca en el contexto de la pandemia actual, especialmente en los países en desarrollo.
Según el estudio de la OIT, sólo se podrá atenuar el impacto de la crisis del COVID-19 y de crisis futuras si estas naciones zanjan las graves deficiencias que enfrentan en la esfera de la protección social.
De no ponerse en marcha planes de respuesta que incluyan ese tipo de protección, la recuperación no será sostenible y se expondrá a la pobreza a millones de personas, además de que afectará la capacidad de reacción mundial cuando se presenten otras emergencias.
Las medidas de protección deberán incluir la concesión de prestaciones de enfermedad durante la contingencia, recalca el documento.
Triple ventaja de las medidas urgentes
La OIT insta a adoptar medidas urgentes y a corto plazo para resolver los déficit de cobertura y adecuación de las prestaciones de enfermedad, y apunta a la triple ventaja que ello podría entrañar: apoyo a la salud pública, prevención de la pobreza y promoción de los derechos humanos a la salud y la seguridad social. Entre las medidas propuestas se incluyen la ampliación de la cobertura de la prestación de enfermedad a toda la población, asegurándose de llegar a las mujeres y los hombres con una relación de trabajo atípica o informal, a los trabajadores por cuenta propia, a los migrantes y grupos vulnerables.
También recomienda aumentar las prestaciones para que proporcionen seguridad del ingreso, acelerar la concesión de subsidios y ampliar el alcance de las prestaciones en materia de prevención, diagnóstico y tratamiento, así como el tiempo pasado en cuarentena o cuidando de personas enfermas a cargo. “La crisis del COVID-19 es un llamado de atención. Ha demostrado que la falta de protección social no solo afecta a los pobres; también pone de manifiesto la vulnerabilidad de quienes tenían una situación relativamente buena, pues el costo de la atención médica y la pérdida de ingresos puede destruir fácilmente el fruto de decenios de trabajo y los ahorros de una familia”, puntualizó Shahra Razavi, directora del Departamento de Protección Social de la OIT.
“Los ejemplos de distintos lugares del mundo vuelven a evidenciar que los países con un sistema de protección social sólido e integral están en una posición mucho más fuerte para intervenir ante una crisis y recuperarse de ella. Los encargados de formular políticas tienen que aprovechar el impulso generado por la creciente conciencia del público sobre la importancia de la protección social y la urgencia de invertir en ella como sociedad, para asegurar la capacidad de respuesta en crisis futuras”, concluyó Razavi.