Mayor endeudamiento no es una opción para los países del Caribe ante el Covid-19: Cepal

04 de mayo de 2020
Fuente: https://news.un.org/

Jefes de Estado y Ministros de Finanzas del Caribe se reunieron con la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, para analizar las propuestas de alivio de la deuda y otras medidas para combatir los efectos de la pandemia.

Los Primeros Ministros, Mandatarios, Ministros de Finanzas, Secretarios de Finanzas, y otros representantes gubernamentales de alto nivel de 15 países del Caribe mantuvieron una reunión virtual con la CEPAL, jefes de organizaciones regionales del Caribe y representantes de otras agencias de la ONU en la subregión para discutir el impacto económico de la pandemia del COVID-19 en sus economías, que ya estaban previamente asediadas por golpes tanto climáticos como económicos, incluyendo un fuerte endeudamiento y una alta exposición a desastres naturales.

La videoconferencia fue presidida por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien se conectó con los Jefes de Estado y los principales responsables de la toma de decisiones financieras de los Países Miembros y Miembos Asociados de la CEPAL en el área del Caribe: Anguila, Antigua y Barbuda, Bahamas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Dominica, Granada, Guadalupe, Guyana, Montserrat, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Isla de San Martín, Trinidad y Tabago e Islas Vírgenes de los Estados Unidos. También asistieron a la reunión los coordinadores residentes de las Naciones Unidas en la subregión, representantes de otras entidades del Sistema de las Naciones Unidas, como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), así como organizaciones intergubernamentales regionales, incluida la Asociación de Estados del Caribe (AEC), la Comunidad del Caribe (CARICOM), el Fondo de Desarrollo de la CARICOM (CDF), la Compañía de Cartera Segregada del Fondo de Seguro contra el Riesgo de Catástrofe del Caribe (CCRIF SPC) y el Banco Central del Caribe Oriental (ECCB).

En el evento, Bárcena enfatizó que los países del Caribe deben aumentar su espacio fiscal y necesitan condiciones financieras más favorables, a pesar de sus niveles de ingreso per cápita, para enfrentar los efectos de la pandemia. "Considerados como países de ingresos medios o altos, los países del Caribe enfrentan una falta de acceso a liquidez en condiciones favorables", señaló Bárcena. "Es por eso que se necesitan urgentemente propuestas de políticas para apoyar la recuperación económica con un enfoque centrado en las personas", agregó.

Todos expresaron su preocupación por la situación económica altamente vulnerable que están enfrentado actualmente los países de la subregión y solicitaron el apoyo de la CEPAL en su compromiso para su defensa ante la comunidad internacional para un mejor acceso a subvenciones y financiamiento concesional en condiciones favorables, dada su incapacidad para saldar los pagos de la deuda en las circunstancias actuales. En palabras del Primer Ministro Gaston Browne, “la carga económica para nuestros países ha sido insostenible debido a los altos niveles de deuda. No tenemos la capacidad de imprimir dinero y nuestros instrumentos de política son muy limitados. Lo que se requiere en este momento es cierto nivel de apoyo de las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. La CEPAL puede ayudarnos a abogar y elevar su voz por nosotros”, declaró.

Al describir formas innovadoras a través de cuales la asistencia financiera concesional en condiciones favorables podría extenderse a las economías del Caribe, propuso que se considerara la posibilidad de otorgar créditos a países que ya han invertido en tecnología verde. Sugirió que esto podría aplicarse a través del alivio de la deuda e informó a la reunión que Antigua y Barbuda ya estaba explorando esta opción.

Bárcena aseguró a la subregión que los resultados y los mensajes clave de este diálogo se entregarán al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, para que sean considerados en su plataforma de defensa en nombre de las pequeñas islas y países de ingresos medios en su compromiso para el apoyo de la comunidad financiera internacional.

En sus comentarios de bienvenida a las autoridades caribeñas, Bárcena enfatizó que “nos encontramos en tiempos muy desafiantes. No cabe duda de que el COVID-19 tendrá un impacto profundo y duradero en el bienestar de nuestros países y nuestra región durante los próximos meses. Estamos colocando al Caribe primero en todo lo que hacemos”, declaró.

“Es encomiable que cada gobierno haya puesto primero la salud y el bienestar de sus poblaciones, por lo que me alegra ver el progreso que se ha logrado en el control de la propagación de la infección en todo el Caribe. Sin embargo, este esfuerzo ha tenido un costo muy alto, particularmente en su subregión, que ya sufre un alto nivel de vulnerabilidad a los shocks climáticos y económicos, y con muchas de sus economías asumiendo desde antes una deuda que aún es muy pesada, incluso con el progreso hecho para reducir los niveles de deuda externa en los últimos años”, agregó.

En su presentación, Bárcena señaló además que el impacto de la pandemia de Covid-19 en los países del Caribe se ha traducido en desafíos tanto internos como externos; los más importantes incluyen pérdidas de recaudación e ingresos, una caída de la inversión, aumento del desempleo, aumento de la indigencia y la pobreza, la quiebra de pequeñas y medianas empresas, y desafíos para el sistema financiero.

Los desafíos externos incluyen el cierre casi total de los viajes aéreos y cruceros, lo que representa un inmenso golpe para el sector turístico; estrés en las cadenas de suministro relacionadas (agricultura, construcción, hoteles, restaurantes); una fuerte contracción en las economías más grandes, una caída en los precios de los productos básicos, la contracción de los flujos de inversión extranjera directa (IED) y las remesas; interrupción del transporte y las cadenas de suministro mundiales; aversión al riesgo para inversores externos y turbulencias financieras, y restricciones a la disponibilidad de divisas.

Recordó que, según las últimas proyecciones de la CEPAL, se espera que el crecimiento del PIB en el Caribe disminuya en 2020 en un -2,5%, con un sesgo a la baja. También señaló que los países del Caribe están gastando entre 1% y 4% del PIB para hacer frente a la crisis del COVID-19, con paquetes fiscales limitados centrados en programas de seguridad social, aplazamientos de préstamos y apoyo de liquidez para las PYMEs para aumentar el gasto en atención médica, en tests y tratamiento de casos críticos de COVID-19, y para una mejor vigilancia de la salud pública.

Señaló que los altos niveles de deuda y los pagos de intereses limitan el gasto público. También destacó el hecho de que "las economías del Caribe tienen los índices de endeudamiento más altos del mundo, con un promedio de 68,5% del PIB en 2019. Las reducciones en la producción y los ingresos junto con el aumento de los préstamos harán aún más pesada la carga de la deuda. La deuda está enraizada en choques externos, agravados por el impacto de los desastres naturales y las debilidades estructurales sociales y económicas inherentes”, explicó Bárcena.

Dada la naturaleza de la asistencia ofrecida al Caribe por las instituciones financieras internacionales y las agencias de desarrollo para enfrentar la pandemia a corto plazo, el aumento de la deuda pública es inevitable. Además, el camino de recuperación de los países del Caribe será más difícil que el de otras economías, dadas las características de su estructura productiva y a la luz de la amenaza siempre presente que representa la próxima temporada de huracanes, subrayó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.

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