Paraguay empezará a migrar parte de sus reservas internacionales a fin de año para invertirlas en bonos del tesoro de Estados Unidos, dijo este lunes el presidente del Banco Central Carlos Fernández Valdovinos.
En una entrevista con Reuters, Fernández explicó que las operaciones se realizarán bajo la asesoría del Banco Mundial en una primera etapa y, más adelante, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero sin la participación aún de bancos de inversión.
El país sudamericano puede disponer con mayor libertad de sus US$8.000 millones de reservas desde que un tribunal estadounidense rechazó en mayo pasado una demanda por una antigua deuda que contrajo un cónsul honorario amigo del ex dictador Alfredo Stroessner en la década de 1980.
La demanda, si bien no impidió que Paraguay tuviera una presencia activa en los mercados internacionales de deuda los últimos cuatro años, forzó al país a mantener sus reservas protegidas en el Banco de Pagos Internacionales.
Semanas atrás, el Banco Central firmó un acuerdo con el Banco Mundial para recibir asistencia en la gestión de los fondos. "Estamos viendo un segundo paso que sería con el BID, algo muy similar (...) y a futuro tendríamos el asesoramiento de bancos de inversión, pero no por ahora", dijo Fernández.
"Antes de fin de año ya van a estar moviéndose (...) hemos decidido básicamente instrumentos AAA y que sean de los Estados Unidos. El siguiente paso serían países del G-7 pero al menos en mi gestión que termina en agosto del año que viene, serán triple A de Estados Unidos", agregó.
El funcionario no reveló el monto que será invertido en esta primera etapa pero señaló que se trata de una cifra marginal en relación al total de las reservas del país y que la rentabilidad sería mayor respecto al promedio actual.
"Realmente estábamos muy restringidos en términos de aplicación de nuestros activos. Esto es una buena señal, algo bueno para la imagen Paraguay", sostuvo.
El Banco Central paraguayo estima que la economía del país crecerá un 4,2% este año, a pesar de los factores climáticos que afectaron negativamente al sector agropecuario y al de la construcción, y al entorno regional adverso.
"El ambiente externo no ha sido favorable para Paraguay", dijo Fernández. "Preocupa siempre esa cuestión de los dos gigantes que están al lado nuestro (...) que impiden que podamos desplegar toda la capacidad de crecimiento que tenemos", agregó.