La mayoría de los miembros del equipo económico de Michel Temer prefieren hacer una reducción moderada en la meta de inflación de 2019, para evitar señalizar a los mercados los movimientos futuros de la política monetaria, dijo a Reuters uno de los funcionarios que participa en la toma de esa decisión.
Un desaceleración brusca en la inflación, que actualmente es inferior al objetivo oficial de 4,5%, convenció al gobierno brasileño de que tiene que fijar una meta más baja para 2019.
Sin embargo, los responsables del tema todavía están conversando si disminuir el objetivo a 4,25% o hacer una reducción más agresiva a 4%.
El Consejo Monetario Nacional (CMN) -el organismo de política económica de mayor rango del país, compuesto por los ministros de Hacienda, de Planificación y el presidente del Banco Central- tiene previsto decidir sobre la meta de 2019 en su reunión del 29 de junio.
"Es mejor optar por un objetivo que no señale las decisiones de política monetaria en el corto plazo", dijo el funcionario, agregando que la mayoría del equipo económico coincide con esa visión. "Es mejor optar por una meta más cercana a las expectativas del mercado para ese año".
La inflación anual al cierre de 2019 sería de 4,25%, según un sondeo que realiza semanalmente el banco central brasileño entre economistas.
Si el objetivo es inferior al 4,25%, en los meses que vienen el Banco podría reducir significativamente el ritmo al que está bajando la tasa Selic, con el fin de disminuir las expectativas inflacionarias.
El funcionario señaló que el CMN todavía tiene que observar la evolución de las expectativas inflacionarias antes de tomar una decisión final.