La actual misión de 450 observadores, que verifica el abandono de las armas y el cese al fuego y de las hostilidades entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), vence en septiembre.
"La segunda misión depende de la voluntad de los colombianos, ustedes son los dueños de este proceso", dijo el embajador de Uruguay ante las Naciones Unidas y presidente del Consejo de Seguridad, Elbio Rosselli, después de un encuentro con Santos en el inicio de una visita a Colombia.
El mandatario agradeció el respaldo de la ONU al proceso de paz de Colombia y dijo que el apoyo a una segunda misión "va a ser muy importante y está por establecerse".
Los 15 miembros del Consejo aprobaron en enero de 2016 la misión en Colombia. Bogotá deberá solicitar a la Asamblea General la segunda misión para verificar la reincorporación de la vida civil de unos 7.000 ex combatientes de las FARC, que enfrentaron al Estado durante más de medio siglo en un conflicto que dejó 220.000 muertos.
Rosselli respaldó el proceso de paz de Colombia, destacó la vocación de las partes por silenciar las armas poniendo fin a la violencia y dejó abierta la posibilidad de que se apruebe una segunda misión.
"Este Consejo de Seguridad está totalmente comprometido en brindar el respaldo que los colombianos deseen y merecen", sostuvo el diplomático al asegurar que los esfuerzos de Colombia por alcanzar la paz comprometen a las Naciones Unidas a continuar en el apoyo en todo lo que se requiera.