México. La política de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe con Donald Trump en la Casa Blanca se mantendrá en un perfil bajo y concentrada solo en pocos países, como Cuba y México, coincidieron expertos consultados por Xinhua.
Los especialistas prevén que la posición del próximo presidente de Estados Unidos frente al bloque regional será de indiferencia salvo en naciones que representan para Washington mayores intereses económicos, políticos y de seguridad.
"La relación se va a centrar en México, Centroamérica y Cuba por las malas razones, porque son los problemas", vaticinó la directora del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México (Colmex), Ana Covarrubias.
"En términos de América del Sur va a haber una gran indiferencia. Creo que Trump nunca ha mencionado a América del Sur", agregó.
El profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) José del Tronco apuntó que el magnate no ha dado señales de dar continuidad a los recientes esfuerzos del actual presidente, Barack Obama, por retomar la relación con la región, enfriada desde que en 2005 quedó sepultada la propuesta de EEUU de crear el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y varias de esas naciones iniciaron un proceso propio de integración, según analistas.
Saed Grego, de la Universidad Iberoamericana, sostuvo que América Latina enfrenta desafíos pero también tiene oportunidades de ampliar mercados e impulsar mayores acuerdos con China e incluso Canadá, país que ha mostrado interés.
De acuerdo con la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China (RED ALC-China), Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de la región, pero el país asiático ha ido quitándole mercado desde la mitad de la pasada década en naciones sudamericanas como Brasil y Chile.
Aunque es previsible que Cuba sea un blanco en la agenda de Trump, todavía no es claro si frenará o seguirá los esfuerzos de acercamiento con La Habana emprendidos por Obama desde 2014, tras cinco décadas de relaciones bilaterales congeladas.
Al respecto, la académica del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Raquel Saed Grego recordó que el republicano había mostrado en su faceta de empresario interés en hacer negocios en la isla, pese al bloqueo impuesto por EEUU desde 1960.
"Como empresario quería invertir y no hacer caso al embargo. Creo que aunque no se ha levantado el bloqueo probablemente dirá 'ya se murió Fidel y Raúl (los hermanos Castro) ya va de salida", expuso la experta.
Del Tronco pronosticó que el presidente electo continuará presionando a La Habana en materia de democracia, derechos humanos y economía de mercado, algo que dejó entrever en una declaración escrita tras la muerte del líder de la Revolución cubana en noviembre.
Covarrubias, del Colmex, señaló que Trump afrontará el reto de lograr un equilibrio entre impulsar los negocios que cada vez más empresarios quieren hacer en la isla y responder al electorado cubano-americano radical que le votó, y que se opone al régimen revolucionario.
México, en tanto, será otro foco en la región en su agenda porque colocó al país en el centro de su discurso electoral, asegurando que construiría un muro en la frontera, deportará a millones de mexicanos y ajustará o anulará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Los países de Centroamérica también tendrán la atención de Trump porque implican para Estados Unidos problemas de seguridad por crimen organizado y de migración, ante el cada vez mayor flujo de habitantes que migran hacia su territorio, mencionó Covarrubias.
"Centroamérica también tiene un tratado de libre comercio con Estados Unidos. No tan importante como el que tiene con México, pero lo hay", abundó.
Un estudio divulgado esta semana por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) da cuenta de que, al igual que México, Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Nicaragua exportan la mayor parte de sus manufacturas y servicios a Estados Unidos.
Las posible renegociación del TLCAN y otros acuerdos comerciales, sumada a incertidumbres sobre la dinámica de las remesas que mexicanos y centroamericanos envían desde Estados Unidos a sus países, repercutiría "significativamente" en el crecimiento de las economías de la subregión, advirtió la CEPAL.
Saed Grego, de la Universidad Iberoamericana, sostuvo que América Latina enfrenta desafíos pero también tiene oportunidades de ampliar mercados e impulsar mayores acuerdos con China e incluso Canadá, país que ha mostrado interés.
La académica recordó que el presidente chino, Xi Jinping, ha manifestado la disposición de su país a seguir manteniendo comercio e inversiones en la región y la cuenca del Pacífico, incluidos países como Canadá o Filipinas.
China es una nueva fuente de financiamiento público para los Gobiernos latinoamericanos, además de jugar un rol importante como mercado de las exportaciones de materias primas, complementó el investigador del Flacso.
Ejemplificó que la segunda economía global representó un "muy importante" papel para Argentina durante una etapa en que la nación sudamericana estuvo fuera de los mercados internacionales sin acceso a crédito.
"El papel de China será cada vez más preponderante", concluyó Del Tronco.