La cuarta alza en las tasas de este año tuvo lugar una semana después de que el peso hubiera alcanzado su mínimo histórico. El día tras de las elecciones en Estados Unidos, la moneda mexicana cayó en un 13 por ciento. Luego logró estabilizarse.
“Si bien todavía es difícil identificar los elementos específicos que definirán la postura de política económica que tendrá Estados Unidos en su relación bilateral con nuestra nación a partir de 2017, los riesgos que ello implica han tenido un impacto importante en los mercados financieros nacionales, donde los precios de los activos cayeron y registraron una elevada volatilidad”, afirmó en un comunicado el Banco Central de México. El gobernador del Banco, Agustín Carstens, aseguró que el alza de las tasas se hizo para mantener la inflación estable, protegiendo así el poder adquisitivo de los mexicanos.
Expectativas. Estados Unidos es por lejos el principal socio comercial de México. Un peso más débil aumenta el costo de las importaciones, y esto podría tener un impacto a medio plazo sobre los precios. A su vez, se espera un menor crecimiento económico para el próximo año. El banco mexicano BBVA Bancomer, incluso advierte de una posible recesión, en caso de que Trump cumpla con todas sus amenazas.
Los riesgos de inflación "se han ampliado" y la economía mexicana está hoy marcada por un aumento de la incertidumbre, afirmó Carstens. El aumento de la tasa de interés, por tanto, pudo haber sido solo el principio de una escalada de medidas.
Las miradas están puestas en las tasas de los Estados Unidos, que hasta ahora permanecieron estables. Un cambio de tendencia podría seguir presionando al peso hacia abajo, daría lugar a la salida de capitales extranjeros y podría desalentar las inversiones.
Desde comienzos del siglo XXI, las tasas de interés en los EE.UU. y Europa cayeron de modo constante. Ese dato, acompañado de altas tasas de crecimiento volvieron atractivos a los mercados de los países emergentes, como México.
"Mantener la calma". La canciller de México, Claudia Ruiz Massieu, pidió a sus compatriotas en los Estados Unidos que mantengan la calma, que no reaccionen a las provocaciones y que no se dejen llevar por la incertidumbre.
El presidente Enrique Peña Nieto, que recibió durante la campaña electoral a Trump en México, se comprometió a defender los intereses nacionales: “Habremos de trabajar con enorme pragmatismo para acordar lo que es útil y conveniente para México y para toda Norteamérica, siempre en defensa de principios básicos, que no son negociables, como nuestra soberanía, el interés nacional y la protección de nuestros connacionales’’. Frente a la anunciada tormenta, el alza de las tasas de interés o los pedidos de mantener la calma parecen no alcanzar.