600 mil niños son mineros artesanales, advierte UNCTAD
02 de noviembre de 2016
Fuente:
http://www.jornada.unam.mx/
Ciudad de México.- El 10 por ciento del oro que se extrae en el mundo es aportado por 15 millones de mineros artesanales y en pequeña escala de los cuales la tercera parte son mujeres y niños, advirtió la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Esos pequeños productores de la minería artesanal, la cual se caracteriza por el uso intensivo de mano de obra, contribuyen a la generación de empleos y a la reducción de pobreza en muchos países. Sin embargo, el organismo advirtió que “han sido ampliamente ignorados por los políticos” y enfrentan severos riesgos a su propia salud y al medio ambiente porque quedan expuestos al mercurio tóxico que genera este segmento de la minería por la extracción de oro y que, en promedio, asciende a mil toneladas cada año.
La UNCTAD calcula que entre los mineros artesanales se incluyen 4.5 millones de mujeres y unos 600 mil niños. El organismo realizó recientemente la asamblea anual del foro intergubernamental sobre minería, minerales metales y desarrollo sostenible en el que se concluyó que la minería artesanal ofrece muchas oportunidades tanto para el crecimiento económico del sector en varios países pero también para ofrecer beneficios a las poblaciones.
El foro se creó desde 2013 derivado de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible y se ha convertido en el más importante del mundo sobre las políticas que deben adoptarse para que el sector minero crezca de manera sostenible y contribuya a la reducción de la pobreza.
Entre los acuerdos y recomendaciones que los 56 países que integran el foro han alcanzado en el último trienio destaca que las empresas mineras deben consultar a las comunidades sobre cada una de las etapas de sus proyectos de extracción de minerales y metales, además de presentar evaluaciones sociales, económicas y ambientales con posibles riesgos e impactos de las actividades de extracción y propuestas de medidas de mitigación al respecto.
“Las solicitudes deben abordar, cuando proceda, cuestiones relacionadas con los pueblos indígenas, el patrimonio cultural, reasentamiento y seguridad de las comunidades”, según se asienta en uno de los documentos del foro impulsado por la Unctad. Incluso ha recomendado que los países cuenten con procesos de consulta entre las comunidades afectadas para que estas tengan oportunidad de manifestarse sobre riesgos e impactos de los proyectos.
En el modelo de política para la minería que ha propuesto el foro se señala que para toda persona, comunidad o cualquier agente de la sociedad civil haya condiciones de igualdad y equidad para acceder a toda la información geológica y topográfica que cada país genere sobre la planificación nacional de la utilización de la tierra. También ha sugerido que códigos y normas de minería se actualicen y revisen conforme haya más conocimientos y mejores prácticas en el sector para regular toda la actividad extractiva, desde la exploración y explotación de minas hasta su clausura.
En términos económicos, el foro se ha pronunciado porque los impuestos y regalías que se recaudan de la minería reflejen el valor que tienen los recursos extraídos y se optimice la recaudación fiscal en los periodo que minerales y metales tienen precios altos.