Los tiempos en los que la OPEP podía influir sobre los mercados de petróleo con una mera insinuación pertenecen al pasado. Sobre todo la poca claridad de sus objetivos hace hoy inocua a la organización. Por eso fue sorprendente que la OPEP anunciara a fines de septiembre en Argel que se planteaba reducir la extracción de petróleo en 750.000 barriles diarios, la mayor disminución desde 2008. La implementación de la medida fue anunciada para fines de noviembre, cuando se anunciará qué volumen deberá reducir cada uno de los países.
El problema es que los diversos países se pongan de acuerdo. Cuán difícil puede resultar lo demuestran las recientes declaraciones de Irak, que exigió una cláusula de excepción. Pero la OPEP tiene un as en la manga: Rusia. Vladímir Putin anunció hace dos semanas que Rusia, a pesar de no ser miembro de la OPEP, también reduciría la extracción.
"A corto plazo, los precios subirían”. Desde 2014, el precio de un barril de petróleo llegó a caer de US$100 a incluso menos de US$40. Muchos países sufren las consecuencias. También Rusia. El cálculo de los países productores de petróleo: si todos reducen la producción, el precio subirá, lo que compensaría financieramente la caída del volumen de extracción. También Venezuela apuesta por esa medida. Irán, por su parte, manifestó que "apoya toda iniciativa que lleve a una reducción equitativa de los volúmenes de extracción y precios justos”.
Si los países productores de petróleo llegaran efectivamente a reducir la oferta global de petróleo, lo cual hoy por hoy no es seguro, se plantea entonces la pregunta de qué influencia tendría ello sobre el actual mercado petrolero mundial, que no es el mismo de hace diez años. "A corto plazo, los precios subirían”, dice Harald Hecking, experto de la asesoría EWI Energy Research & Scenarios.
Esquistos bituminosos: aumentó la eficiencia. Pero el aumento de precios podría alcanzar solo cierto nivel. Pues a partir de determinado precio, extraer petróleo de esquistos bituminosos en Estados Unidos volvería a ser rentable, por lo que nuevamente se volcarían ingentes volúmenes de petróleo a los mercados. "Los análisis muestran que la industria de los esquistos bituminosos ha realizado grandes avances en cuanto a eficiencia”, resalta Hecking.
Efectivamente, el petróleo de esquistos bituminosos es hoy rentable a partir de un precio del petróleo de unos US$40 por barril. A partir de los US$60, la mayoría de los campos de extracción de Estados Unidos vuelven a cubrir los costos. Dado que el precio del petróleo es actualmente de US$50, la OPEP no tiene ya mucho espacio de maniobra.