El crecimiento económico se empantanará este año y el próximo con tasas de interés que no se han visto desde la crisis financiera porque se frenó el avance de la globalización, advirtió el miércoles la OCDE.
El comercio internacional, que por largo tiempo ha sido un motor de la economía mundial, este año crecería menos que la actividad económica, según una actualización de las principales previsiones económicas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
"Esto es mucho menor que la norma del pasado e implica que la globalización medida por la intensidad del comercio puede haberse estancado", dijo la organización con sede en París.
En consecuencia, la OCDE prevé que la economía mundial crecerá sólo un 2,9 por ciento este año, menos que el 3 por ciento que pronosticó en junio y la tasa más baja desde la crisis financiera de 2008-2009.
La OCDE dijo que muchas cadenas de suministro que añaden valor, que a menudo están radicadas en suelo chino u otros países asiáticos, se están desarmando en la medida que China busca que su economía dependa menos de las exportaciones para crecer y porque algunas empresas están devolviendo la producción a sus lugares de origen.
Una reacción contra la liberalización comercial y la recesión en algunos grandes países productores de materias primas están contribuyendo a la desaceleración del crecimiento, algo que la OCDE advirtió puede menoscabar una productividad ya débil y finalmente deteriorar la calidad de vida.
"Si podemos volver a la clase de crecimiento que tuvimos en la década de 1990 y el 2000, seremos capaces de retomar tasas de crecimiento de productividad como las anteriores a la crisis financiera", dijo la economista jefe de la OCDE, Catherine Mann, en una entrevista con Reuters.
"La productividad básicamente ha caído a la mitad desde la crisis financiera y esa es una receta para que no se cumplan las promesas que se han hecho a todos los ciudadanos", añadió.
Mann sostuvo que un crecimiento global de sólo un 3,2% el próximo año, frente a la previsión de un 3,3% de junio, no sería suficiente para generar los empleos que necesitan los jóvenes ni para respetar las promesas de pensiones para los mayores.