Durante la cumbre que finalizó el 05 de septiembre en la ciudad china de Hangzhou, el Grupo de los Veinte (G20) acordó elaborar un plan de acción para reactivar la actual desaceleración económica mundial. "El crecimiento sigue siendo más débil de lo que es deseable", señala el borrador de la declaración final de la cumbre.
El G20 acordó movilizar "todas las herramientas políticas, monetarias, presupuestarias y estructurales" para estimular el crecimiento económico. En su plan de acción denominado "Consenso de Hangzhou", el grupo rechaza de forma decidida el proteccionismo en el comercio mundial.
Los miembros también se comprometieron a no buscar ventajas económicas mediante devaluaciones de sus monedas, ya que la "excesiva volatilidad y fluctuaciones desordenadas de los tipos de cambio" constituyen un peligro para la economía global.
En su diagnóstico, el G20 señala que "siguen existiendo riesgos de un retroceso por la volatilidad potencial de los mercados financieros, las fluctuaciones de los precios de las materias primas, la lentitud en el comercio y las inversiones, así como el lento crecimiento de la productividad y el empleo en algunos países". El panorama se ve complicado, advierte el G20, por la crisis de los refugiados, el terrorismo, conflictos armados y otros acontecimientos geopolíticos.
El bloque económico asegura en la declaración final estar preparado para afrontar las consecuencias negativas de la proyectada salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
"Brexit", conflictos armados y terrorismo global. El bloque económico asegura en la declaración final estar preparado para afrontar las consecuencias negativas de la proyectada salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE). A su vez admitió que el referéndum del pasado 23 de junio sobre el "brexit" ha traído incertidumbre en la economía mundial. Sin embargo, el documento expresa la esperanza de que el Reino Unido continúe siendo un socio importante de la UE en el futuro.
El G20 se pronunció también en contra del terrorismo como amenaza global. El grupo considera que este fenómeno no solo es una grave amenaza para la paz y la seguridad, sino que también constituye un riesgo para la economía mundial.
"Ratificamos nuestra solidaridad y determinación en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y donde quiera que aparezca", indica el texto del borrador. Los miembros del G20 se comprometieron a luchar contra cualquier forma de financiamiento del terrorismo y prometieron cooperar entre si a través del intercambio de información.
Esta cumbre del G20 terminó sin que los líderes mundiales lograran avances decisivos en sus reuniones bilaterales en busca de soluciones a los conflictos en Siria y Ucrania.
En su declaración final, los jefes de Estado y de Gobierno de las principales naciones industrializadas y emergentes del mundo llamaron, adicionalmente, a mostrar una mayor solidaridad con los refugiados, víctimas de los actuales conflictos armados en el mundo, y a intensificar los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático.