Ascendió a 32 el número de víctimas mortales que dejó la explosión el miércoles pasado de la planta Clorados III en el complejo petroquímico de Pajaritos, en Coatzacoalcos, Veracruz, luego de que el viernes se encontraran cuatro cadáveres y otros cuatro entre los escombros, producto de las labores de inspección y rescate establecidas por Petróleos Mexicanos (Pemex) y Mexichem en la instalación.
Hasta el día de ayer, 26 de los 32 restos mortales hallados tras el siniestro se habían identificado, en tanto que se inició la toma de muestras de ADN a familiares de los trabajadores fallecidos que aún no han reconocido ninguno de los cuerpos, con el propósito de habilitar la identificación de los mismos, informaron conjuntamente Pemex y Mexichem en un comunicado de prensa.
Las empresas informaron que el sábado por la tarde las labores de búsqueda de restos humanos en zonas de más difícil acceso se fortalecieron gracias al arribo de binomios humanos-caninos especialistas en rescate urbano, quienes trabajan con ayuda de maquinaria especializada.
Igualmente, dijeron que se “continúa brindando todas las facilidades de acceso a los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), proporcionándoles toda la información requerida, además de facilitarles entrevistas con los familiares de los que aún permanecen como desaparecidos”.
Aproximadamente a las 3:30 de la tarde del pasado miércoles 20 de abril se registró una explosión en la planta citada —producto de una aparente fuga de material inflamable—, ocasionando un incendio que se prolongó por casi tres horas y que dejó un saldo inicial de tres trabajadores muertos, cifra que creció a 13, 24, 28 y 32 en los dos días subsiguientes.
El siniestro ocasionó también la hospitalización de 136 lesionados, 117 de los cuales fueron dados de alta entre el miércoles y el viernes.
El complejo petroquímico Pajaritos (Petroquímica Mexicana de Vinilo) operaba desde finales del 2013 bajo la alianza de Pemex y la empresa petroquímica privada Mexichem, producto de un joint venture que ascendió a US$518 millones, de los cuales US$228 millones fueron aportados mediante activos por la estatal petrolera.
El incidente de la planta provocará el cese de la producción de cloruro de vinilo de este centro hasta por un año, lo que restará ingresos por al menos 1,640 millones de pesos para Pemex y Mexichem, socios en la coinversión Petroquímica Mexicana de Vinilo.