China ayuda a América Latina a reducir niveles de pobreza
29 de marzo de 2016
Fuente:
Xinhua
KINGSTON, (Xinhua) En años recientes, China ha cooperado activamente con países de América Latina en sus proyectos de infraestructura, que son vitales para el crecimiento económico local, así como para sus esfuerzos encaminados a reducir la pobreza.
El miércoles pasado se inauguró oficialmente en Jamaica una autopista construida y financiada por una empresa china, lo que generó oportunidades a la isla del Caribe para impulsar su economía y reducir la pobreza.
La recién terminada Autopista Norte-Sur de Jamaica comunica a la capital, Kingston, en el sur del país, con la ciudad turística de Ocho Ríos, en el norte, reduciendo a la mitad el tiempo de recorrido entre las dos ciudades.
La carretera de cuatro carriles y 67,2 kilómetros de longitud, con un costo de 721 millones dólares, fue financiada, construida y será operada por la Compañía de Construcción de Comunicaciones de China (CCCC, por sus siglas en inglés).
En la ceremonia de inauguración, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, elogió el proyecto como una hazaña que prepara el camino hacia un futuro próspero.
"Debemos considerar esta carretera como una pista para que otros proyectos de inversión despeguen y se asegure un futuro más próspero y brillante para Jamaica. Debemos aprovechar las nuevas posibilidades porque son críticas para el desarrollo de nuestra nación", señaló. Jamaica espera una mayor cooperación con corporaciones chinas, agregó Holness.
La autopista no sólo mejorará las condiciones de transporte en el país insular, sino que también beneficiará a las áreas rurales a lo largo de la carretera y alentará la productividad industrial del país al facilitar el flujo de gente y de productos, mencionó el ministro de Transporte y Minería de Jamaica, Mike Henry.
Venezuela, otro importante país en desarrollo de América Latina, también ha emprendido proyectos de bienestar a gran escala en cooperación con China.
En abril de 2011, la Gran Misión de Vivienda de Venezuela fue impulsada por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez después de que decenas de miles de familias perdieran sus casas por las intensas lluvias y severas inundaciones que arrasaron al país.
El proyecto de vivienda busca la construcción de tres millones de casas para el año 2019. Para finales de 2015, se habían entregado las llaves de un millón de viviendas a familias de bajos ingresos.
El ex ministro de Vivienda Ricardo Molina comentó que el programa ofrece una "nueva vida" para los venezolanos menos privilegiados que nunca esperaron o soñaron un día ser capaces de mudarse a una nueva residencia asequible.
Las empresas chinas han desempeñado un importante papel en el proyecto. El Grupo Compañía de Fideicomiso e Inversión Internacional de China (CITIC) ha construido más de 10.000 nuevos apartamentos, lo que ha creado más de 3.000 empleos para las comunidades locales.
La maquinaria pesada proporcionada por China también ha sido clave para cumplir el programa.
El equipo chino ayudó a fomentar el ritmo de trabajo en unos 200 vecindarios de bajos ingresos en el país para mejorar los estándares de vida de más de dos millones de residentes, dijo el jefe del programa Barrio Nuevo, Barrio Tricolor (Nuevo Vecindario) del gobierno, Manuel Quevedo, a la red de televisión de Venezuela VTV.
El proyecto social es parte de una estrategia del gobierno iniciada por Chávez y actualmente realizado por su sucesor Nicolás Maduro para satisfacer las necesidades básicas de los venezolanos, como educación gratuita y atención médica, así como alimentos subsidiados, medicinas, tecnología y transporte, entre otros.
Más al sur del continente americano, en Argentina, dos embalses están en construcción con ayuda de China para generar el desarrollo y empleos que tanto se necesitan en la remota región argentina de la Patagonia.
Los proyectos, valuados en 4.714 millones de dólares, "son completamente financiados con crédito de bancos chinos", dio a conocer a finales del año pasado el ex ministro argentino de Planificación Julio De Vido. Argentina aseguró "un financiamiento sin precedentes" de China, "con condiciones muy favorables, en términos de costo y con la fuerte participación de empresas nacionales", añadió.
Se espera que los proyectos generen 6.000 empleos directos y 10.000 empleos indirectos, de acuerdo con De Vido.
Lo embalses generarán 4 por ciento de la energía anual necesaria en el país sudamericano, que está calculada en alrededor de 5.000 gigavatios, y dotará de energía a más de 1,5 millones de hogares.