El ministro panameño de Comercio e Industrias, Augusto Arosemena, explicó en el acto formal de apertura del centro que “esto pone a Panamá en un primer plano a nivel mundial” y auguró que tendrá un “efecto multiplicador” para la economía panameña, además de la tecnología punta a la que accede el país.
“Representa la confiabilidad que inspira Panamá para la atracción de inversiones y estamos contentos y muy orgullosos”, expresó.
Dell, que cumple 13 años de operaciones en Panamá, donde inició “con 500 trabajadores en un centro de llamadas, hoy da trabajo a más de 2,000 personas, el 98% panameños, con un ‘hub' (centro de operaciones) de servicios con valor agregado”, destacó Arosemena.
Por su lado, Gustavo Ripoll, director ejecutivo de Dell para la región del Norte de Latinoamérica, señaló que “la operación de Dell en Panamá es ejemplo de liderazgo local, dado que el país cuenta con individuos bilingües y trilingües, capaces de garantizar que la totalidad de las operaciones de América Latina se manejen de forma eficiente en la región”.
Señaló que, por segundo año consecutivo, Dell ha sido considerada la mejor empresa para trabajar en Latinoamérica y el centro de datos instalado en Panamá es el “más moderno, solo hay seis en el mundo, con una inversión de $1.3 millones en tecnología, no estamos contando la construcción del edificio, ni el entrenamiento”.
Destacó que, como empresa, esperan continuar “creciendo unos puntos, pese a la situación que se da en algunos segmentos”, y adelantó que, “si se dieran las condiciones, respecto a Cuba, Dell lo evaluaría. De momento nuestro foco está concentrado en Panamá”.
La instructora del centro, la brasileña Adriana Heide, mostró las nuevas instalaciones a los periodistas y explicó que el mismo se “desprendió” en septiembre pasado del que funciona en Texas, que quedó atendiendo EEUU y Canadá.
Los otros funcionan en Asia (tres) y Europa.
Precisó que atiende desde individuos hasta corporaciones y que el máximo de garantía de servicio que ofrece la empresa es de hasta una década de antigüedad del equipo a examinar o reparar.