ENTREVISTA: Cooperación financiera con China puede menguar vulnerabilidad latinoamericana ante golpes exteriores
12 de enero de 2016
Fuente:
Spanish.xinhuanet.com
BEIJING, (Xinhua) -- América Latina y el Caribe gozan de sus mejores registros históricos para encarar el nuevo ciclo restrictivo monetario de Estados Unidos, además de que China, a modo de amortiguador, podría contribuir a reducir la vulnerabilidad de la región ante los futuros impactos externos, afirmó una experta china.
En entrevista exclusiva con Xinhua, Chai Yu, directora de la oficina de economía del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China, resaltó la buena oportunidad para que China y la región intensifiquen su cooperación financiera promoviendo la mayor circulación de la moneda china en los países latinoamericanos.
El 16 de diciembre pasado y en su primera subida desde 2006, la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos elevó la tasa de interés de referencia en 25 puntos base, iniciando un nuevo ciclo restrictivo del suministro de dólares y una posible ola de reversión del flujo de capitales a la región.
Como consecuencia, los bancos centrales de México, Chile y Colombia aumentaron respectivamente en 25 puntos base la tasa de interés, impidiendo así una salida caudalosa de capitales y una mayor volatilidad en el mercado financiero.
Chai recordó que históricamente América Latina y el Caribe han sido vulnerables al aumento de la tasa de interés de referencia de la FED, medida que se consideraba como la última gota que colmaba el vaso y terminaba por desencadenar crisis en la región
Esas crisis recurrentes, como la de la deuda latinoamericana en la década de 1980, la de México (1994-1995), la de Brasil (1998-1999) y la de Argentina (2001-2002), ocurrieron cuando la FED elevó la tasa, causando escasez de dólares en los mercados locales y provocando, de esta forma, el impago de las excesivas deudas externas y grandes devaluaciones de las monedas nacionales.
Sin embargo, la situación ha cambiado", aclaró la economista, quien explicó que, tras adoptar el esquema de metas de inflación y déficit fiscal, así como la flexibilidad cambiaria, muchos países latinoamericanos han logrado mantener en un nivel bajo el tamaño de sus deudas públicas y acumular suficientes reservas internacionales.
De acuerdo con los datos divulgados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la deuda pública de la región alcanzó un promedio del 34,3 por ciento del PIB en 2015, por debajo del 60 por ciento del PIB establecido por la Unión Europea como límite.
Por otro lado, las reservas internacionales brutas en términos del PIB crecieron del 14,8 por ciento en 2014 al 15,3 por ciento en 2015. Hasta octubre de 2015, la cifra contabilizó 824.795 millones de dólares, casi 5 veces la registrada al final de 2000.
"Los fundamentos macroeconómicos de toda la región permanecen relativamente estables, mostrando mayor capacidad para encarar los vientos en contra originados por el aumento de tasa de interés de la FED", indicó Chai.
Sin embargo, hay que tener en cuenta la heterogeneidad de los países que conforman la región y observar las particularidades de cada uno frente a las posibles cuatro subidas de los tipos de la FED hasta los 100 puntos base, advirtió la investigadora.
Un dólar cada vez más fuerte podría conllevar la caída de los precios internacionales de las materias primas y dañar el superávit por cuenta corriente de algunas economías de América del Sur que se habían beneficiado del superciclo de las materias primas durante el último decenio", apuntó Chai.
Según CEPAL, las economías de América del Sur pasaron de una expansión promedio del 0,6 por ciento en 2014 a una caída del 1,6 por ciento en 2015, en medio de la notable reducción del precio de las materias primas y el lento crecimiento de la demanda agregada mundial.
Las exportaciones regionales también se contrajeron, en torno al 14 por ciento, debido a las fuertes caídas en Venezuela (41 por ciento), Bolivia (30 por ciento), Colombia (29 por ciento) y Ecuador (25 por ciento), entre otros países.
Se espera que América del Sur registre en 2016 un crecimiento negativo del 0,8 por ciento, explicado fundamentalmente por las contracciones del 2 por ciento en Brasil y del 7 por ciento Venezuela, según la misma fuente.
Por otro lado, la incertidumbre política que viven esos dos países también afectará a la confianza del mercado y provocará con mucha posibilidad la huida de capitales a Estados Unidos, que continuará elevando la tasa de interés, aseveró la especialista.
Además, según Chai, Ecuador podría ser otra preocupación por su dolarización, porque un dólar más fuerte disminuirá la competitividad de su economía en los mercados internacionales, deteriorando las exportaciones y elevando los costos de financiamiento.
Sin duda, 2016 será un año díficil para los países sudamericanos en una coyuntura adversa, pero, al mismo tiempo, será una opotunidad perfecta para la intensificación de la cooperación financiera entre China y la región", recalcó.
La cooperación financiera entre ambas partes se ha desarrollado con rapidez durante los últimos años, después de que el presidente chino, Xi Jinping, planteara un esquema de tres motores - comercio, inversión y colaboración financiera -, para fortalecer la cooperación en beneficio recíproco.
En 2014, China prestó a América Latina 22.100 millones de dólares, cifra superior a los 20.000 millones de financiación combinada del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, según un estudio realizado por el centro de investigación Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Chai explicó que la cooperación financiera con China ayuda a la región a diversificar tanto los canales como los modelos de financiamiento y resulta más estable, más previsible y a largo plazo en comparación con los capitales individuales estadounidenses y europeos.
A su juicio, los acuerdos de permuta de monedas nacionales, firmados respectivamente con Argentina, Brasil y Chile, y la instalación del primer banco de liquidación en reminbi (RMB) en la región son pasos firmes de la internacionalización de la moneda china en América Latina, muy importantes para ambas partes.
"Ante la revaluación del dólar y el aumento de los costos de financiamiento, los países latinoamericanos tendrían mayor necesidad de RMB como instrumento de amortiguador", subrayó.
En primer lugar, puntualizó, el mayor uso de RMB en el marco de los contratos de permuta recortaría los costos de liquidación en los intercambios comerciales a causa de la variación cambiaria ocasionada por la tendencia alcista del dólar.
En segundo lugar, los países latinoamericanos podrían cambiar RMB a dólares, como hizo recientemente Argentina, para incrementar sus reservas internacionales en momentos cruciales y disminuir el riesgo del impago.
Por consiguiente, Chai se mostró optimista por la mayor circulación de RMB en América Latina en el futuro cercano y subrayó la prioridad que debería dar el gobierno chino al diseño de un mecanismo de reversión de la moneda china para que los inversores latinoamericanos puedan comprar los productos financieros chinos en RMB.