Avanza capacidad institucional de la gestión pública orientada a resultados en América Latina, pero con rezagos
10 de junio de 2015
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Tomado de la Web del BID
Washington, 10 de junio de 2015.- América Latina y el Caribe ha logrado una mejora en la capacidad institucional de su gestión pública en asuntos que van desde la programación y ejecución de presupuestos hasta la capacidad de planificación, según un nuevo estudio divulgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pero el informe también destaca importantes debilidades, particularmente en áreas de seguimiento y evaluación de los proyectos y programas públicos.
Las conclusiones se basan en un índice que busca medir la capacidad de los sectores públicos de América Latina y el Caribe de implementar una Gestión para Resultados en el Desarrollo (GpRD). La GpRD es una herramienta de gestión que busca optimizar la creación del valor público, el logro de los objetivos gubernamentales y la mejora continua de las instituciones.
El instrumento con un enfoque en gestión pública por resultados analiza cinco pilares del ciclo de gestión de las políticas públicas: planificación, presupuesto, gestión financiera pública, gestión de programas y proyectos, y seguimiento y evaluación. Los resultados fueron presentados en el libro, Construyendo Gobiernos Efectivos: Logros y retos de la Gestión Pública para Resultados en América Latina y el Caribe.
El índice general de GpRD para los 24 países de la región que participaron del estudio avanzó de un puntaje de 2,0 sobre 5 en el 2007 hasta 2,4 en 2013. El área mejor evaluada en 2013 es la gestión pública financiera, con 2,9 puntos. Las más bajas son presupuesto por resultados y seguimiento y evaluación, ambas con 1,9 puntos.
Brasil, Chile, Colombia y México son los países que registran los más altos niveles de desarrollo de de sus capacidades para implementar la GpRD, con puntajes de 3,0 o más, tanto en 2007 como en 2013. Hay 18 países en el grupo de países en el nivel medio (entre 1,5 y 3,0 puntos) y dos países con puntaje bajo, es decir, menos de 1,5 puntos.
“El estudio se enfoca en las capacidades institucionales de los países para implementar una gestión pública eficiente, eficaz y transparente”, dijo Carlos Santiso, jefe de la división de Capacidad de Institucional del Estado del BID. “Una gestión pública basada en resultados no es un ejercicio académico. Es un tema crítico para que nuestras instituciones públicas puedan responder a las demandas crecientes de sus ciudadanos”.
En general, todos los países mejoraron sus índices aunque en diferente magnitud. Países con desarrollos institucionales rezagados están dando pasos significativos para mejorar sus sistemas nacionales de gestión pública, incluyendo Jamaica, Nicaragua y Paraguay. Países como Ecuador, Perú, República Dominicana y Uruguay tienen un desarrollo institucional medio pero han emprendido importantes reformas que han permitido avanzar significativamente.
Los países muestran los mayores avances en las áreas de planificación. Por ejemplo, en su dimensión estratégica, en 2013 ya 19 países tenían un plan nacional de mediano plazo, aunque la calidad de éstos no es homogénea. La dimensión operativa de la planificación ha tendido a mejorar con la incorporación de indicadores y metas. Queda terreno por recorrer en la participación de más actores en la planeación, incluyendo en muchos casos, la rama legislativa.
En el área de presupuestos por resultados, existe mayor transparencia en los presupuestos y una práctica más extendida de programación de ingresos y gastos en el mediano plazo. Hay carencias en contar con instrumentos que analicen y promuevan la efectividad y la calidad del gasto.
El área de gestión financiera pública registra más países que están utilizando instrumentos para mitigar los riesgos fiscales y se ha fortalecido el marco legal e institucional para las adquisiciones y contrataciones públicas, aunque falta que más países implementen la capacidad de realizar compras públicas de forma electrónica.
En la gestión de programas y proyectos, el desempeño es mixto. Hay progresos en la elaboración de planes sectoriales de largo plazo pero con baja capacidad para implementar los planes, cumplir los objetivos, alcanzar las metas y obtener la información necesaria para efectuar un adecuado monitoreo de su ejecución.
En el caso de seguimiento y evaluación, hay avances en el área de generación de estadísticas, pero pocos países (4 de 24) tienen sistemas maduros de seguimiento de desempeño y de evaluación.
El estudio concluye con un decálogo de recomendaciones de cómo continuar fortaleciendo el enfoque en el logro de resultados a lo largo de todo el ciclo de gestión de las políticas públicas en América Latina y el Caribe.