¿Los países centrales terminaron de exportar su crisis?
13 de abril de 2015
Fuente:
Publicado por Terra.com.ar, Argentina
Buenos Aires, 13 de abril de 2015.- Una lectura atenta del último informe de la CEPAL, que rebajó las perspectivas de crecimiento de la región de cara a este año hace pensar que los países centrales han tenido en los últimos meses bastante éxito en "exportar" la impresionante crisis que comenzaron a vivir en 2007 y 2008 a las naciones del Sur.
El contexto internacional planteado por el organismo por la Comisión Económica para América Latina es elocuente: Estados Unidos y Gran Bretaña vuelven a mostrarse bastante dinámicos, mientras que Europa y Japón aparecen aún estancados.
Sin embargo, a diferencia de años anteriores, los signos de desgaste aparecen ahora en América Latina, impactada por la caída en los precios de los commodities, terreno en el que la especulación de los países centrales está a la orden del día.
A la vez, "la demanda agregada externa que enfrentan los países de América Latina y el Caribe se ha debilitado, debido al bajo crecimiento de las economías desarrolladas y a la desaceleración de las economías emergentes, sobre todo de China".
La CEPAL recordó que "los precios de las materias primas, en especial a partir del segundo semestre (de 2014), han retomado una tendencia descendente, si bien heterogénea entre los diferentes bienes".
El impacto comienza a hacerse sentir tras dos años de descenso: "Como promedio del conjunto de las materias primas, el precio mostró en 2014 una caída estimada de alrededor del 10,5%, en comparación con una disminución del 5,2% en 2013".
"El precio de los metales cayó alrededor de un 2,3% en 2014, frente a una baja del 16,7% en 2013. El precio de los alimentos disminuyó en torno a un 6,9%, frente a una caída del 15,5% en 2013. Por último, el precio de la energía cayó cerca de un 17%, frente a un alza del 4,6% en 2013", indicó la CEPAL, en una expresión que es gráfica de cuánto le aprieta el zapato ahora a cada país de la región.
Así, la perspectiva para la región es de un crecimiento del 1 por ciento, algo menor que el de 1,1 por ciento que se dio en 2014, que a su vez fue el desempeño más bajo desde 2009.
"El bajo crecimiento regional de 2014 obedece principalmente al escaso dinamismo, o a la contracción, de algunas de las mayores economías de la región: Argentina (-0,2%), Brasil (0,2%), México (2,1%) y Venezuela (República Bolivariana de) (-3,0%)", precisó la CEPAL.
En este mismo sentido, el informe subrayó que "el valor de las exportaciones de bienes y servicios de la región en su conjunto se estancó en 2014 (registrando una variación del -0,1%), resultado similar al de 2013 (+0,3%)".
Y las alarmas se encienden también por el lado de las importaciones, elemento clave para los países del Sur: su valor se contrajo "un 1,1%, lo que representa la primera caída desde la crisis financiera internacional de 2008 y 2009".
Esto tiene a su vez su impacto en el empleo: la tasa de ocupación urbana en América Latina se redujo "0,4 puntos porcentuales más allá de lo esperado".
Se sabe que a pesar de eso, en general la tasa de desempleo urbano no aumentó, aunque los desafíos a nivel regional permanecen intactos.
Y una de las claves de esa situación también se refleja en el informe: "Pese al contexto de desaceleración, se logró mantener el gasto y la inversión pública de los países, expresados como porcentaje del PIB".
En toda el área vuelve a aparecer con más fuerza el tema de la inflación que obedeció, según el organismo "tanto al alza de los precios de los alimentos, como al incremento de la inflación subyacente".
La perspectiva relativamente baja de crecimiento para América Latina tiene entonces varios motivos, pero la cuestión sigue estando en la forma en que actúan los países desarrollados.
Ahí se ubican "los riesgos asociados a los precios de las materias primas y la dinámica financiera internacional".
Hacia adelante, "el principal desafío que hoy enfrentan los países de la región para acelerar el crecimiento económico es aumentar las tasas de inversión pública y privada".
"En este contexto, la macroeconomía del desarrollo debe orientarse no solo a suavizar los ciclos económicos, sino también a potenciar el desarrollo productivo y el cambio estructural, mediante la protección de la dinámica de la inversión a lo largo del tiempo", señaló la CEPAL.