Cooperación económica en América Latina no va a cambiar, dice experto chileno

Santiago, 9 de abril de 2015 (Xinhua).- "La prosperidad y equidad son anhelos ausentes en América Latina y no creo que la cooperación después de la Cumbre de las Américas en Panamá vaya a marcar una diferencia", afirmó a Xinhua el profesor chileno José Luis Valenzuela, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China (CELC).

"Son los propios países latinoamericanos quienes, a través de la integración, podrían marcar tal diferencia, lo que no puede basarse en la cooperación estadounidense como lo demuestran 200 años de subdesarrollo", precisó.

Asimismo, afirmó no cree que tras esa cita continental vaya a producirse mayores inversiones de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, explicando que "la inversión norteamericana depende más de una matriz riesgo-rentabilidad que de una Cumbre política".

Respecto a esa reunión, que se celebra cuando América Latina depende menos de Estados Unidos y se fortalecen la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), comentó que "para América del Sur, especialmente, y ante la posible evidencia del desinterés estadounidense, sería el momento para desilusionarse definitivamente de Estados Unidos y centrar la búsqueda de su futuro en CELAC, UNASUR y una alianza estratégica con China que vaya más allá del comercio, la inversión y las finanzas".

Consultado sobre las perspectivas de las relaciones sino-latinoamericanas, Valenzuela afirmó:

"Las dos principales variables a analizar serían el avance en la integración de América Latina y en el carácter estratégico de la relación China-América Latina. Si en ambos hay avances significativos, la próxima Cumbre de Las Américas podría ver el esfuerzo estadounidense por recuperar terreno. Si, a la inversa, no hay progresos significativos, la próxima Cumbre vería el esfuerzo de algunas naciones latinoamericanas por acercarse a Estados Unidos".

El experto sostuvo que "la presencia de Cuba en la Cumbre posibilita un avance en la normalización de sus relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, no es realista esperar grandes progresos, especialmente debido al papel que debe jugar el Congreso norteamericano, dominado por los republicanos".