Cooperación Sur-Sur: nueva mirada y otros actores

10 de noviembre de 2014
Fuente: Publicado por LaEstrella.com.pa, Panamá<p/> Por Nadya Vásquez
Ciudad de Panamá, 10 de noviembre de 2014.- La Cooperación internacional se construye a partir de las acciones y actuaciones de carácter internacional, asociadas al intercambio de conocimiento y experiencias entre países y bajo modalidades diferentes, siempre con el criterio de solidaridad para alcanzar metas asociadas al desarrollo.

La cooperación entre países en desarrollo, conocida como cooperación Sur-Sur adquiere relevancia en las últimas décadas cuando se celebra en Buenos Aires la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (1978), aprobándose el Plan de Acción de Buenos Aires que determina que esta corresponde con un proceso consiente, sistemático y políticamente motivado. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo completa, posteriormente, la definición, refiriéndose a ella como un ‘proceso por el cual dos o más países en desarrollo adquieren capacidades individuales o colectivas a través de intercambios cooperativos en conocimiento, cualificación, recursos y transferencia tecnológica, respetando principios básicos como son la horizontalidad, el consenso y la equidad’.

La nueva visión estratégica de los Estados

La visión de la cooperación Sur-Sur, como parte de las relaciones internacionales, se amplía en las últimas décadas como consecuencia de la dinámica global de intercambio y visión estratégica de Estados, cada días más comprometidos con agendas de equilibrio político y económico para el desarrollo; sin dejar de lado el mayor compromiso de otros sectores, más allá del público, respecto a una agenda que requiere de una participación amplia para superar los graves índices de desigualdad.

Se retoma así los esfuerzos realizados en los años sesenta por las recién independizadas excolonias para levantar el imperativo de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) y mayor flujos de Ayuda Oficial al Desarrollo; asumiendo, igualmente, mayor compromiso con respecto a las capacidades nacionales y colectivas existentes en esos países.

En la medida que se da un mayor crecimiento económico de los países en desarrollo y se elevan sus capacidades se refuerza la necesidad de intercambio entre naciones que enfrenta retos parecidos en materia de desarrollo y se produce mayores opciones de éstos como oferentes de cooperación.

A lo anterior, se suma que, a mediado de los años dos mil, un número considerable de países adquieren, según la tipificación del Banco Mundial, la característica de países de renta media y media alta lo que implica una reducción en la ayuda para el desarrollo pero también se constituye esto en un tremendo estímulo para el intercambio de capacidades entre los países.

El debate reciente

Una serie de reuniones de alto nivel se han llevado a cabo para explorar al máximo las posibilidades que la Cooperación Sur-Sur, tal es el caso de la Conferencia de Alto Nivel sobre Cooperación Sur-Sur celebrada en Qatar en el año 2005. En esta cita se aprueba el denominado Plan de Doha, cuya adopción debería permitir: ‘un impulso definitivo a la Cooperación Sur-Sur en todas las regiones del mundo y en todas sus modalidades’, esto en seguimiento al Programa de Acción de La Habana, aprobado en la Primera Cumbre del Sur del Grupo de los 77 (año 2000) y los acuerdos de la Conferencia de Alto Nivel sobre la Cooperación Sur-Sur de Marrakech (Marruecos, 2003).

En el Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda (París, 2005); Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda (Accra, 2008); Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda (Seúl, 2011) y el Foro en de Busan (2011) se resalta la importancia de la ayuda como herramienta para reducir la pobreza y lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio y se enfatiza en el apoyo a intercambio de conocimientos, la cooperación Sur-Sur y triangular.

América Latina ha mostrado una participación activa en estos foros, enfatizando la necesidad de un replanteamiento conceptual; asimismo en el desarrollo de iniciativas cada vez más novedosas que permitan que la cooperación acompañe también el desarrollo de una nueva visión en la geopolítica de la región y la necesidad de diseñar y consensuar una nueva métrica del desarrollo.

Sector académico como nuevo actor

En el Encuentro Académico Iberoamericano de Cooperación Internacional (Argentina, 2009) se establece la importancia de las universidades en los programas de Cooperación Sur-Sur y la articulación con las prioridades globales, regionales y nacionales. Es decir, sumar la perspectiva científica para abordar con mayor conocimiento los temas de orden estructural y coyuntural que están presentes en la realidad desigual de los países de América Latina y el Caribe.

Lo anterior es importante ante la necesidad de reaccionar a las fuertes y no menos justificadas críticas hechas a los logros relacionados con la Declaración y los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el sentido de que es imperativo superar la idea de obtención de mínimos que no garantizan sostenibilidad de resultados y mirada sobre los síntomas y no las causas subyacentes de la pobreza.

Ante el debate de lo que ha sido, es y debe ser la cooperación Sur-Sur las universidades y los centros dedicados a la generación de conocimiento están llamados a impulsar un proceso de reflexión sobre los esfuerzos de intercambio vinculados al desarrollo conceptual y metodológico en el ámbito de la ciencia para promover una agenda inclusiva y realización de los derechos humanos.

La VII Cumbre de las Américas: nuevos retos

El debate sobre el aporte de nuevos actores se hace crucial cuando se plantea una nueva agenda de desarrollo más allá del 2015 y la revisión de los acuerdos hasta ahora establecidos y esperados en el marco de los encuentros de jefes de Estados y Gobiernos de la región de América Latina y el Caribe. Este debate adquiere relevancia ante la próxima celebración de la VII Cumbre de las Américas (Panamá 2015) cuyo tema central es la ‘Prosperidad con equidad: el desafío de cooperación de las Américas’.

Otra oportunidad la constituye la realización de la segunda edición de la Feria Regional de Cooperación Sur- Sur y Triangular: Saber del Sur: Intercambio Regional de Soluciones que tendrá lugar en 2015 en la Ciudad del Saber.

Los cambios que se suceden en la región obligan a enfocar la mirada en la historia reciente en la que muchos actores han participado y se han comprometido en temas de desarrollo para otorgarle, de esta manera, a la academia un papel en la construcción de una nueva dimensión de la cooperación Sur-Sur, resaltando prácticas útiles para el análisis y la construcción prospectiva de lo que debe ser la participación de quienes hacen ciencia.

Siendo Panamá sede de importantes encuentros internacionales, es relevante que el sector académico reaccione y conjugue esfuerzos con el estado para que se asegure el enfoque que, desde las ciencias, puede ser aportado a las agendas orientadas a garantizar una sociedad en que impere el Estado de Derecho.