IICA: Una gestión integral de riesgos fortalecería la agricultura de ALC
24 de octubre de 2014
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Tomado de la Web del IICA
San José, 24 de octubre de 2014.- Mecanismos de gestión de riesgos económicos y ambientales, apoyos a la producción y la comercialización de productos vinculados a programas de seguridad alimentaria y nutricional, y programas de investigación, extensión e innovación agrícola, entre otras, son opciones que tienen los países de América Latina y el Caribe (ALC) para fortalecer su agricultura.
Expertos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), Incae Business School y la universidad Virginia Tech llegaron a esta conclusión al analizar la Ley Agrícola de Estados Unidos, que entró en vigencia este año.
Los especialistas fueron convocados por el IICA a un diálogo abierto que también sirvió como espacio para discutir los posibles efectos de la política estadounidense en la agricultura de ALC y plantear retos y oportunidades para el sector, de cara a la agenda de desarrollo post-2015.
La sesión marcó el inicio de una serie de pláticas sobre las normas que regulan la agricultura de diversas naciones del mundo, con las cuales los países miembros del Instituto tienen relaciones comerciales. En el encuentro virtual, que conectó a expositores desde diferentes capitales del hemisferio, participaron delegados de los ministerios de Agricultura, de la academia y del sector privado de las Américas.
De acuerdo con la analista social de USDA, Anne Effland, la nueva ley asigna más recursos a programas de seguros de cosecha y cobertura de pérdidas por precios, y a otro de cobertura a los ingresos, ambos dirigidos a los productores estadounidenses.
“Los productores pueden escoger un programa, pues estos funcionan como cualquier seguro, pero los desembolsos están vinculados con el cumplimiento de normas ambientales”, aseguró.
Algunas características de la ley son descritas en un documento técnico elaborado por el Centro de Análisis Estratégico para la Agricultura (CAESPA) del IICA.
De acuerdo con el Representante del Instituto en EE. UU., Miguel García, la normativa estadounidense asegura márgenes de ganancia y mayores volúmenes de producción a los productores de ese país, lo cual les permite competir en condiciones ventajosas en los mercados internacionales.
“Los agricultores tuvieron que ceder los apoyos directos a cambio de una mejor protección en tiempos de crisis, con programas que garantizan precios mínimos o protegen los márgenes de ganancia”, dijo David Orden, investigador del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés) y profesor de Virginia Tech.
Agregó que los seguros de cosecha ganan en importancia, cubren un mayor número de productos y aumentan las subvenciones a las primas.
Las repercusiones de la ley en los países de ALC serían distintas en cada nación, según sus condiciones políticas y económicas, expresó el especialista en políticas y análisis sectorial del IICA, Joaquín Arias.
“Los países de América Latina y el Caribe tienen intereses económicos y modelos de desarrollo distintos, además de orientaciones en políticas públicas con diferentes niveles de apertura comercial y grados de complementariedad económica con los EE. UU.”, indicó.
Con él coincidió el Director Adjunto del Centro Latinoamericano para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible (CLACDS) de INCAE Business School, Víctor Umaña.
“América Latina no es una región homogénea. Los importadores de productos básicos en países en los que ya se aplicaron programas de ajuste estructural, como México y otros de América Central y el Caribe, se beneficiarían al contar en los EE. UU. con un sector agropecuario fuerte y competitivo”, manifestó.
“El caso es distinto para los países con productos que compiten con los estadounidenses, o en aquellos donde no se han dado los ajustes”, agregó Umaña.