La experiencia noruega puede aportar al proceso de cambio estructural para la igualdad en la región
05 de septiembre de 2014
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Tomado de la Web de la CEPAL
Santiago, 5 de septiembre de 2014.- La experiencia noruega puede aportar al proceso de cambio estructural para la igualdad en América Latina y el Caribe, el cual es promovido por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para que los países de la región puedan crecer de forma sostenida con mayores niveles de inclusión social y sostenibilidad ambiental, dijo el pasado miércoles 3 de septiembre en Noruega la Secretaria Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena.
Bárcena ofreció en la Universidad de Oslo una conferencia magistral titulada Igualdad y desarrollo sostenible: una perspectiva latinoamericana y caribeña. Dicha institución la distinguió el martes 2 con un doctorado honoris causa, el primero otorgado hasta ahora a una mujer latinoamericana.
"En la perspectiva de nuestros objetivos de desarrollo regionales, Noruega se erige como una referencia ineludible. Este país ha combinado crecimiento económico con una amplia preocupación por el bienestar de la población, y lo ha hecho de una manera igualitaria", indicó la máxima representante de la CEPAL, una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas.
El éxito noruego, planteó Bárcena, se basa en un modelo que busca el pleno empleo a través de la adaptación dinámica de los sectores industrial y de servicios en lugar del proteccionismo. Destacó especialmente la gobernabilidad democrática, la normativa laboral y la gestión de los recursos naturales del país.
"Noruega y la región de América Latina y el Caribe tienen grandes razones para fortalecer sus lazos de entendimiento mutuo y colaboración", enfatizó la funcionaria internacional. "En la base de nuestra visión compartida de sociedad deben estar la igualdad, la justicia, la dignidad y la solidaridad", acotó.
Durante la conferencia magistral, Bárcena expuso las principales propuestas formuladas por el organismo a los países de la región entre 2010 y 2014, las cuales están condensadas en las publicaciones que conforman la llamada "trilogía de la igualdad".
En el primero de estos documentos, La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir (2010), la CEPAL planteó a los países la necesidad de situar a la igualdad como principio ético normativo y objetivo último del desarrollo, definiéndola como "plena titularidad de derechos".
En el segundo, Cambio estructural para la igualdad: una visión integrada del desarrollo (2012), la Comisión propuso a la región transformar su estructura productiva, priorizando sectores intensivos en conocimiento, de rápido crecimiento de la demanda interna y externa y menos contaminantes, de manera de crear más y mejores empleos que permitan crecer con mayor igualdad y sostenibilidad ambiental.
Finalmente, en el libro Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible (2014) se formulan siete pactos necesarios para que la región enfrente el actual escenario de menor dinamismo económico con renovadas reformas políticas e institucionales, donde el Estado juega un papel central. "Estos pactos colectivos pueden restaurar a los ciudadanos de América Latina y el Caribe su soberanía y poder para alcanzar acuerdos, sin tutelas y recetas universales", concluyó.