Empresariado argentino ve con buenos ojos mercado ruso

Buenos Aires, 18 de agosto de 2014 (PL).- La Cámara de Comercio Argentino-Rusa (CCAR) convocó aquí a los productores argentinos a aprovechar la creciente demanda de Rusia donde hoy una delegación empresarial y del Gobierno Nacional entabla negociaciones en Moscú con sus anfitriones.

El amplio mercado ruso se abre hoy a nuevo abastecedores a partir del cierre dispuesto por el presidente Vladimir Putin al ingreso durante un año de importaciones provenientes de los países de la Unión Europa, Estados Unidos, Australia y Canadá, como respuesta a las sanciones aplicadas por la crisis en Ucrania.

Este auspicioso escenario de oportunidades en el mercado ruso fue ponderado por el gobierno y las grandes empresas argentinas, que este lunes presentan una enjundiosa carpeta de productos en una misión comercial conjunta en Moscú, auspiciada por la Cancillería y la Secretaría de Comercio.

Viajaron a Moscú los ministros de Industria, Débora Giorgi; de Agricultura, Carlos Casamiquela; y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco, entre otros funcionarios.

La CCAR indicó que desde la veda comercial a la Unión Europea y otros países anunciada por Putin se recibe gran cantidad de pedidos de empresas rusas de primera línea, buena parte de ellas proveedoras de cadenas de supermercados que tenían exclusividad con importantes marcas europeas.

Los pedidos que han hecho las empresas rusas, al margen de lo que se plasme en la mesa de negociación moscovita, oscilan desde quesos y otros productos lácteos, pastas, vegetales en conserva, confiterías; pescados y embutidos.

La decisión del gobierno ruso de prohibir las importaciones de Estados Unidos, la UE y sus aliados abrió un mercado de 18 mil millones de dólares, del cual Argentina, como otros países latinoamericanos, quieren beneficiarse.

Las compras de Moscú a la UE el pasado año ascendieron a 16 mil 441 millones de dólares y a Estados Unidos, a mil 795 millones.

Los cinco principales rubros fueron carne -incluyendo vacuna, aviar y porcina-, bebidas, lácteos y huevos, frutas frescas, y productos de molinería, en los que Rusia gastó más de la mitad del total: nueve mil 588 millones de dólares.