OEA y FUPAD amplían cooperación para prevenir y reducir el impacto de los desastres naturales en América Latina y el Caribe
06 de mayo de 2014
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Tomado de la Web de la OEA
Washington, 6 de mayo.- La Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD) firmaron en la sede del organismo hemisférico en Washington, DC un acuerdo de cooperación mediante el cual ambas entidades ampliarán y profundizarán su colaboración en la prevención y creación de mecanismos para hacer frente al impacto que los desastres naturales provocan en los sectores mas vulnerables de la población en América Latina y el Caribe.
En la ceremonia de firma del acuerdo, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, recordó que por más de 50 años la OEA y la FUPAD han trabajado de manera conjunta y activa en distintas áreas de desarrollo, “lo que indica que ya en varias ocasiones hemos tenido este tipo de acuerdos, con particular atención en cooperar para contribuir al crecimiento económico, la justicia social y la asistencia humanitaria”. La FUPAD “es la mejor herramienta con la que cuenta la OEA en el tema de reducción del riesgo de desastres”, agregó.
El máximo representante de la institución hemisférica reiteró el compromiso de la OEA con la prestación de ayuda y asistencia humanitaria en casos de desastres y aseguró que “es imprescindible entender que hoy en día el escenario ha cambiado, y se caracteriza por el aumento en el número y la magnitud de los desastres, así como por los efectos del cambio climático, cuyo impacto ha sido muy grave en algunas partes de la región”. “El crecimiento demográfico y económico y la rápida urbanización han aumentado las pérdidas económicas y la cantidad de personas afectadas por los desastres”, dijo, y añadió que otras consecuencias de este nuevo escenario son la disminución significativa de las cuentas fiscales nacionales, así como la interrupción de las operaciones comerciales y la degradación del medio ambiente.
“Esta nueva situación exige un cambio en nuestros enfoques y estrategias, porque debemos pasar de ser reactivos a proactivos, y pasar del post-desastre a la acción ex antes, aumentar la inversión en la prevención y mitigación de desastres, y fomentar la participación activa de todos los segmentos de la sociedad, considerando que, si bien los gobiernos son responsables de establecer las políticas y la implementación de estrategias en materia de reducción de desastres, se trata de un tema de responsabilidad compartida”, afirmó el Secretario General Insulza. Al finalizar su intervención, Insulza hizo mención de los mecanismos y herramientas con los que cuenta la OEA en la materia, tales como la Red Interamericana de Mitigación de Desastres y el Plan Interamericano para la Prevención, la Atención de los Desastres y la Coordinación de la Asistencia Humanitaria.
Por su parte, el Director Ejecutivo de FUPAD, John Sanbrailo, expresó su complacencia con la firma del acuerdo y coincidió con el Secretario General Insulza en resaltar la larga cooperación que han tenido ambas organizaciones. “La OEA creó la FUPAD hace 52 años, y desde entonces hemos trabajado de manera coordinada en distintas iniciativas, y desde el principio hemos tenido un rol muy preponderante en el tema de respuesta a los desastres naturales. Este acuerdo es una continuación de ese esfuerzo”, afirmó.
El Director Ejecutivo Sanbrailo agradeció el apoyo que el Secretario General Insulza y el Secretario General Adjunto Albert Ramdin han dado a la labor de la Fundación y recordó los esfuerzos conjuntos realizados en los últimos años para activar iniciativas y movilizar fondos en Haití. “Continuaremos ampliando esta labor y trabajando por el desarrollo en los países del Caribe y de América del Sur y Central” afirmó.
El acuerdo firmado busca procurar soluciones impulsadas por los gobiernos locales para la reducción de los riesgos de desastres naturales; facilitar una participación más fuerte y más coordinada de la sociedad civil y del sector privado locales y de los ciudadanos de la diáspora para respuesta en caso de un fenómeno de este tipo; fortalecer las instituciones democráticas, los procesos de participación pública y las asociaciones público-privadas; y promover reformas de las políticas en las instituciones públicas y privadas para la sostenibilidad a largo plazo de la reducción del riesgo de desastres.