Las remesas hacia países en desarrollo seguirán estables este año, a pesar del aumento en las deportaciones de trabajadores migrantes
14 de abril de 2014
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Tomado de la Web del Banco Mundial
Washington, 14 de abril.- Se espera que este año los migrantes internacionales procedentes de países en desarrollo envíen US$436.000 millones en remesas a sus países de origen, a pesar del aumento en las deportaciones de algunos países de acogida, señala la reseña bianual sobre migración y desarrollo del Banco Mundial.
Los flujos de remesas de este año hacia países en desarrollo aumentarán en 7,8% respecto del volumen de 2013 de US$404.000 millones y llegarán a los US$516.000 millones en 2016, según las proyecciones de la última edición de la reseña. Se calcula que las remesas mundiales, incluidas las de los países de ingreso alto, llegarán a US$581.000 millones este año, a partir de losUS$542.000 millones de 2013, y a US$681.000 millones en el año 2016.
Las remesas siguen siendo una fuente fundamental de recursos externos para los países en desarrollo y exceden con creces la asistencia oficial para el desarrollo; además, son más estables que la deuda privada y los flujos de capital de cartera. En muchos de estos países proveen cantidades importantes de divisas, superan los ingresos provenientes de las principales exportaciones y cubren una generosa proporción de las importaciones. Por ejemplo, en Nepal, las remesas superan en casi el doble a los ingresos por concepto exportaciones de bienes y servicios, mientras que en Sri Lanka y Filipinas, representan más del 50% y 38%, respectivamente. En India, alcanzaron los US$68.000 millones en el año 2013, cifra mayor que los US$65.000 millones obtenidos de las exportaciones emblemáticas de servicios de software del país. En Uganda, duplican los ingresos generados por el principal producto de exportación, el café.
"Las remesas se han convertido claramente en una fuerza importante que sustenta la balanza de pagos de muchos países en desarrollo y son un salvavidas para muchas personas pobres. El reto consiste en aprovechar estos grandes flujos anuales de efectivo para fines de desarrollo", afirmó Kaushik Basu, vicepresidente superior y economista en jefe del Banco Mundial.
La reseña indica que si bien las remesas muestran buenas perspectivas a mediano plazo, los riesgos a la baja se relacionan principalmente con el regreso de los migrantes a sus países de origen como resultado de los conflictos o la deportación desde el lugar de acogida. El año pasado se intensificaron las deportaciones y más de 370.000 migrantes fueron enviados de vuelta a su país de origen solo desde Arabia Saudita, en los cinco meses posteriores a noviembre de 2013. Muchos de estos migrantes eran de Etiopía, Egipto y Yemen. En EE.UU., más de 368.000 personas (la mayoría de ellos migrantes que desean entrar a EE.UU. y son arrestados en la frontera) fueron deportadas a su país de origen en América Latina y el Caribe (ALC), en particular a México.
Además, aumentó el número de personas que piden asilo como consecuencia de luchas y conflictos. De acuerdo con un nuevo informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las peticiones de asilo llegaron a 612.700 en 44 países industrializados en 2013, un aumento de 28% respecto de 2012 y el segundo nivel más alto de los últimos 20 años. En Europa, el número de peticiones de asilo creció en 32%, hasta alcanzar las 484.560 en 2013, con Alemania como el principal receptor (109.600). La gran mayoría de las personas que piden asilo provienen de Siria, Rusia, Serbia y Kosovo.
Esta tendencia se ve acompañada por un aumento en el rechazo a la inmigración que parece estar ganando impulso en diversos países europeos, entre ellos Francia, Alemania y el Reino Unido. En Suiza, se aprobó un referendo en febrero de 2014 sobre la imposición de cuotas de inmigración, aunque con una escasa mayoría.
Durante 2013, los flujos de remesas fueron en general estables en todas las regiones excepto ALC y Oriente Medio y Norte de África (MENA), donde los dos países receptores de remesas más grandes, México y Egipto, vieron disminuir las corrientes en parte debido a los desplazamientos y las deportaciones desde EE.UU. y Arabia Saudita, respectivamente. Sin embargo, ambos mantuvieron su lugar entre los 10 principales receptores de remesas a nivel mundial.
India se mantuvo en el primer lugar, con US$70.000 millones en remesas en 2013. Otros grandes receptores fueron China (US$60.000 millones), Filipinas (US$25.000 millones), México (US$22.000 millones), Nigeria (US$21.000 millones), Egipto (US$17.000 millones), Pakistán (US$15.000 millones), Bangladesh (US$14.000 millones), Vietnam (US$11.000 millones) y Ucrania (US$10.000 millones).
En cuanto a las remesas como porcentaje del producto interno bruto (PIB), los principales receptores fueron Tayikistán (52%), República Kirguisa (31%), Nepal y Moldavia (ambos 25%), Samoa y Lesotho (ambos 23%), Armenia y Haití (ambos 21%), Liberia (20%) y Kosovo (17%).
"Además de los grandes flujos anuales de remesas, se calcula que los inmigrantes que viven en países de ingresos altos mantienen ahorros que superan los US$500.000 millones al año. Estos ahorros representan una enorme cantidad de fondos que los países en desarrollo pueden aprovechar de muchas maneras ", dijo Dilip Ratha, gerente del equipo de migración y remesas del Grupo de Perspectivas del Desarrollo del Banco.
Nigeria está preparando la emisión de un bono para la diáspora a fin de movilizar los ahorros de quienes viven en el extranjero e impulsar el financiamiento para el desarrollo.
Se requieren esfuerzos continuos para reducir el costo del envío de dinero a través de los canales oficiales, aunque hay avances al respecto. El costo mundial promedio para el envío de unos US$200 equivalentes se redujo a 8,4% en el primer trimestre de 2014, comparado con 9,1% del año anterior. El costo total promedio de las remesas enviadas a África al sur del Sahara sigue obstinadamente alto, en alrededor de 12%. Las remesas Sur-Sur, que están en aumento, en muchos casos no están permitidas o son muy costosas debido a los controles del tipo de cambio hacia el exterior de algunos países en desarrollo, como Gambia, Ghana y Venezuela.
El cierre de cuentas bancarias de operadores de transferencias de dinero que atienden en Somalia y otros países frágiles también es preocupante, indica la reseña. Las remesas constituyen un salvavidas en "situaciones frágiles y afectadas por conflictos", donde su valor es más de 5 veces mayor que la ayuda externa, la inversión extranjera directa y otras fuentes de financiamiento internacional. Aún queda mucho por hacer para garantizar que las regulaciones para la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo (AML/CFT) no menoscaben indebidamente los objetivos de desarrollo ni perjudiquen a los pobres.
“Hoy, cuando los expertos en desarrollo discuten sobre la agenda para el desarrollo posterior a 2015, es necesario que también pongan atención en reducir los elevados costos de la migración, lo que incluye costos de contratación y pagos por visas, pasaportes y permisos de residencia”, señala Ratha.
Tras reconocer los estrechos vínculos entre migración y desarrollo, el Grupo del Banco Mundial profundiza su compromiso con el tema. Central para su intervención es su liderazgo en la creación y promoción del programa de la Asociación Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD), que se concibe como un centro de conocimientos y experiencia en políticas de migración. El programa de trabajo de KNOMAD se lleva a cabo a través de 12 grupos temáticos: datos, migración de mano de obra calificada y no calificada, problemas de integración en las comunidades de acogida, coherencia normativa e institucional, seguridad, derechos de los migrantes y aspectos sociales de la migración, demografía, recursos de la diáspora, medio ambiente y migración interna. También cubre cuatro temas transversales: género, seguimiento y evaluación, formación de capacidades y percepción del público.