El SELA presenta documento sobre evolución reciente de las relaciones económicas entre la República Popular China y América Latina y el Caribe

27 de octubre al 30 de diciembre de 2010

Caracas, 27 de octubre de 2010.- La XXXVI Reunión Ordinaria del Consejo Latinoamericano del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, SELA, a celebrarse en la sede de esta Secretaría entre el 27 y 29 de octubre, ofrecerá espacios para la presentación de diversos documentos de interés regional, presentando entre ellos el trabajo “La Evolución reciente de las relaciones económicas entre la República Popular China y América Latina y el Caribe. Mecanismos institucionales y de cooperación para su fortalecimiento”.

 

En el mismo, se analiza la dinámica económica reciente de la República Popular China y la evolución de las relaciones con los países de América Latina y el Caribe. Además, se describen los diversos mecanismos institucionales y de cooperación conjunta existentes entre ambas regiones, y se proponen algunas acciones e iniciativas para impulsar las relaciones económicas de América Latina y el Caribe con esa nación asiática.

 

El rápido crecimiento de la economía de la República Popular China en los últimos años, aunado a su alto coeficiente de apertura externa, ha tenido fuertes efectos dinámicos sobre otras economías del mundo, entre ellas las de la región de ALC. El intercambio de esta nación con la región ha registrado la tasa media anual de incremento más rápida de los últimos 10 años. Aunado a esto, en el 2009 las compras chinas de bienes y servicios hechas a América Latina y el Caribe representaron el 6.4 % del total de sus importaciones totales (un poco más de un millón de millones de dólares), un cambio sustantivo en relación al año 2000, cuando la relación comercial era de un 2.4 % del total. El potencial de intercambio chino-latinoamericano y caribeño es grande no sólo en el ámbito comercial, sino también en el financiero; en la cooperación tecnológica, en la cooperación en educación y cultura, y desde luego, en la colaboración en términos políticos-diplomáticos. De los 33 países que conforman nuestra región, 21 mantienen relaciones diplomáticas plenas con China y 12 las tienen con Taiwán. Sin embargo, debe destacarse que, incluso los países latinoamericanos y caribeños que han optado por tener un relacionamiento diplomático con el gobierno de Taipei mantienen intercambios comerciales con China.

 

En este trabajo se resumen algunos pasos iniciales para lograr paulatinamente una coordinación desde distintos ángulos: en primer lugar, el intercambio regular de experiencias y resultados acerca de la relación económica con China, impulsado por las cancillerías de los países latinoamericanos y caribeños. En segundo lugar, se destaca la pertinencia de desarrollar reuniones regulares entre representantes de los gobiernos de la región que mantienen lazos diplomáticos con China, con vistas a detectar retos y oportunidades para Latinoamérica y el Caribe que resulten de la dinámica económica del país asiático.

 

A tales efectos, en el documento se recomienda la utilidad de instancias como el SELA, con miras a analizar las experiencias nacionales de países de América Latina y el Caribe sobre sus relaciones con la República Popular China; al mismo tiempo, se recomienda el establecimiento de canales fluidos -sobre una base permanente- para el intercambio de experiencias entre las cancillerías latinoamericanas y caribeñas acerca del funcionamiento de los distintos mecanismos inter-institucionales existentes que tienen como propósito el impulso de las relaciones económicas y de cooperación con la República Popular China, para lo cual el SELA pudiera constituirse en foro regional por excelencia para tales fines.

 

El documento hace también mención a la efectividad del funcionamiento de cámaras de comercio e inversión especializadas en el intercambio con China; comisiones mixtas inter-gubernamentales que de preferencia trabajan sobre la base de programas de mediano plazo para el desarrollo de la cooperación de cada país con China; el intercambio regular de misiones empresariales y de negocios; la firma de convenios bilaterales entre universidades e instituciones de educación superior latinoamericanas y caribeñas con sus contrapartes chinas; el diálogo regular entre poderes legislativos de ambas partes; el desarrollo de proyectos tecnológicos sectoriales estratégicos (en el campo espacial, en el de las industrias de la información y de la electrónica, entre otros).