Las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe aumentaron un 3,2% interanual en el primer semestre de 2024, superando al promedio del comercio mundial que mostró una contracción del 0,5%.
Este crecimiento se debió, en gran medida, a la expansión de los volúmenes exportados en un contexto de precios estables, lo que impulsó la recuperación de las ventas externas. Según el informe “Monitor de Comercio e Integración 2024″ del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el comercio extrarregional fue el principal motor de este repunte, mientras que los flujos intrarregionales continuaron en declive.
En el segmento de servicios, América Latina y el Caribe mantuvo un desempeño favorable al registrar un crecimiento del 9,5% interanual en el mismo período, aunque con una leve desaceleración comparada con la expansión de 12,2% en 2023. Aun así, la tasa de crecimiento de servicios en la región se posiciona por encima de la media mundial, un 7,1%, con resiliencia destacada en los servicios basados en conocimiento (SBC) como el turismo y otros servicios especializados.
El informe del BID también indicó que la recuperación de las exportaciones de bienes en América Latina y el Caribe encontró su mayor impulso en los flujos de comercio extrarregional, que experimentaron un crecimiento del 4,1%, contrastando con la reducción de un 4,5% en las ventas intrarregionales.
Esta dinámica se vio favorecida por las exportaciones a destinos estratégicos como Estados Unidos y China, aunque la demanda china perdió fuerza, y fue compensada por nuevos mercados en Asia y Medio Oriente. En contraste, el comercio entre los países de la región mostró caídas en la mayoría de los bloques de integración económica, siendo la Comunidad Andina una excepción con un leve aumento en sus ventas intrarregionales.
Los precios de los productos básicos, principalmente de las materias primas, se estabilizaron en el primer semestre del año, lo que generó un impacto positivo en los términos de intercambio de la región, con una mejora del 2,7%. Esta estabilización ayudó a contrarrestar la volatilidad y la disminución de precios observada en sectores clave como el petróleo y minerales, cuyo comportamiento en el mercado mundial ha sido errático.
El comercio de servicios en la región se caracteriza por una alta resiliencia, especialmente en los SBC, que han mostrado un dinamismo superior al de las exportaciones de bienes. Los servicios empresariales, tecnológicos y de telecomunicaciones han sostenido su crecimiento debido a la creciente demanda global y la expansión de mercados no tradicionales.
En este contexto, el BID resalta la importancia de fortalecer la competitividad del sector, apuntando a superar barreras como el déficit en infraestructura digital, calidad regulatoria y capital humano, factores cruciales para consolidar el avance de la región en estos sectores de alta tecnología y conocimiento.
Pese a estos resultados, el informe advierte sobre los riesgos a la baja que podrían impactar en el desempeño comercial de la región en el futuro. La alta incertidumbre geopolítica, el proteccionismo y los efectos de políticas industriales en las principales economías globales son factores que podrían limitar la demanda de las exportaciones de América Latina y el Caribe. Además, la región continúa expuesta a las consecuencias de fenómenos climáticos extremos, que podrían afectar tanto los precios como la estabilidad de sus exportaciones.
La tendencia general apunta a una continuidad en la resiliencia del sector de servicios, especialmente en los SBC, que han demostrado ser menos vulnerables que las exportaciones de bienes a los vaivenes del mercado global. No obstante, los retos en infraestructura y regulación siguen siendo puntos clave que determinarán la competitividad regional a futuro.